29 de enero de 2012

Declaración de la Asamblea de Movimientos Sociales, Porto Alegre (RS), Brasil


         Nosotros, pueblos de todos los continentes, reunidos en la Asamblea de movimientos sociales durante el Foro Social temático Crisis capitalista, Justicia social y ambiental,  luchamos contra las causas de una crisis sistémica que se expresa en una crisis  económica, financiera,  política, alimentaria y ambiental, colocando en riesgo la propia sobrevivencia de la humanidad. La descolonización de los pueblos oprimidos y el enfrentamiento al imperialismo es el principal desafío de los movimientos sociales de todo el mundo. 
         En este espacio nos reunimos desde nuestra diversidad, para construir juntos agendas y acciones comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación y explotación. Por eso, reafirmamos nuestros ejes comunes de lucha, adoptados en nuestra Asamblea en Dakar, en 2011.
  • Lucha contra las transnacionales 
  • Lucha por la justicia climática y por la soberanía alimentaria 
  • Lucha por la eliminación de la violencia a la mujer 
  • Lucha por la paz, contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios.
        Los pueblos de todo el mundo sufren hoy los efectos del agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus agentes (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales y gobiernos a su servicio) buscan potenciar sus beneficios a costa de una política intervencionista y neocolonialista. Guerras, ocupaciones militares, tratados neoliberales de libre comercio y “medidas de austeridad” expresadas en paquetes económicos que privatizan bienes, rebajan salarios, reducen derechos, multiplican el desempleo y explotan recursos naturales. Estas políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte, aumentan las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades sociales.
          La lógica excluyente de este modelo sirve solamente para enriquecer a una pequeña élite, tanto en los países del Norte como en los del Sur, en detrimento de la gran mayoría de la población. La defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la justicia económica, ambiental y de género, son la llave para el enfrentamiento y la superación de la crisis, fortaleciendo el protagonismo de un Estado libre de las corporaciones y al servicio de los pueblos. 
         El calentamiento global es el resultado del sistema capitalista de producción distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras, los gobiernos y organismos internacionales a su servicio, no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora intentan imponernos la “economía verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que además de agravar el problema, resulta en la mercantilización, privatización y financiarización de la vida. Rechazamos todas las falsas soluciones para esas crisis, como los agro-combustibles transgénicos, la geo-ingeniería y los mercados de carbono, que son nuevos disfraces del sistema.
La realización de Río+20, en el mes de junio en Río de Janeiro, pasados 20 años de la Eco ’92, refuerza la centralidad de la lucha por justicia ambiental en oposición al modelo de desarrollo capitalista. El intento de “enverdecimiento” del capitalismo, acompañado por la imposición de nuevos instrumentos de la “economía verde”, es una alerta para que los movimientos sociales reforcemos la resistencia y asumamos el protagonismo en la construcción de verdaderas alternativas a la crisis.
         Denunciamos la violencia contra la mujer ejercida regularmente como herramienta de control de sus vidas y sus cuerpos. Además,  el aumento de la explotación de su trabajo para atenuar los impactos de la crisis y mantener el margen de ganancia constante de las empresas. Luchamos contra el tráfico de mujeres y de niños, las relaciones forzadas y el prejuicio racial. Defendemos la diversidad sexual, el derecho a la autodeterminación de género y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.
         Las potencias imperialistas utilizan bases militares extranjeras para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en varios países. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos, que muchas veces justifica las ocupaciones militares. Nos manifestamos contra la permanente violación de los derechos humanos y democráticos en Honduras, especialmente en el Bajo Aguán, el asesinato de sindicalistas y luchadores sociales en Colombia y el criminal bloqueo a Cuba que completa 50 años. Luchamos por la liberación de los 5 cubanos presos ilegalmente en los Estados Unidos, la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por Inglaterra, las torturas y las ocupaciones militares promovidas por los Estados Unidos y la OTAN en Libia y Afganistán. Denunciamos el proceso de neo-colonización y militarización que vive el continente africano y la presencia de la Africom. Nuestra lucha es también por la eliminación de todas las armas nucleares y contra la OTAN. 
Expresamos nuestra solidaridad con las luchas de los pueblos del mundo contra la lógica depredadora y neocolonial de las industrias extractivas y mineras transnacionales, en particular, con la lucha del pueblo de Famatina en Argentina, y denunciamos la criminalización de los movimientos sociales.
El capitalismo destruyó la vida de las personas. Por eso, cada día nacen múltiples luchas por justicia social para eliminar los efectos dejados por el colonialismo y para que todos y todas tengamos una calidad de vida digna. Cada una de estas luchas implica una batalla de ideas que hace imprescindible acciones por la democratización de los medios de comunicación, controlados hoy por grandes conglomerados, y contra el control privado de la propiedad intelectual. Al mismo tiempo exige el desarrollo de una comunicación independiente que acompañe estratégicamente nuestros procesos.
Comprometidos con nuestras luchas históricas, defendemos el trabajo decente y la reforma agraria como único camino para impulsar la economía familiar, campesina e indígena, y un paso central para alcanzar la soberanía alimentaria y la justicia ambiental. Reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por la reforma urbana como instrumento fundamental en la construcción de ciudades justas y con espacios participativos y democráticos. Defendemos la construcción de otra integración, fundamentada en la lógica de la solidaridad, y el fortalecimiento de procesos como la UNASUR y la ALBA.
La lucha por el fortalecimiento de la educación, ciencia y tecnologías públicas al servicio de los pueblos, así como la defensa de los saberes tradicionales, se vuelven urgentes una vez que persiste su mercantilización y privatización. Manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a los estudiantes chilenos, colombianos portorriqueños y de todo el mundo, que continúan en marcha en la defensa de estos bienes comunes. 
Afirmamos que los pueblos no deben continuar pagando por esta crisis y que no hay salida dentro del sistema capitalista!
Se encuentran en la agenda grandes desafíos que exigen que articulemos nuestras luchas y que movilicemos masivamente.
Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora de movimientos como la Primavera Árabe, Ocuppy Wall Street, los indignados y la lucha de los estudiantes chilenos, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a las fuerzas y actores populares de todos los países a desarrollar acciones de movilización coordinadas a nivel mundial. Debemos contribuir a la emancipación y auto-determinación de nuestros pueblos, reforzando la lucha contra el capitalismo. 
Convocamos a todas y todos a fortalecer el Encuentro internacional de derechos humanos en Solidaridad con Honduras y a construir el Foro social Palestina Libre, reforzando el Movimiento global de boicot, desinversiones y sanciones contra el Estado de Israel y su política de apartheid contra el pueblo palestino. 
Tomemos las calles a partir del día 5 de junio en una gran jornada de movilización global contra el capitalismo. Convocamos a impulsar la Cumbre de los Pueblos por justicia social y ambiental, contra la mercantilización de la vida y en defensa de los bienes comunes, frente a la Rio+20.  
Si el presente es de lucha el futuro es nuestro!
Porto Alegre, 28 de enero de 2012
Asamblea de los Movimientos Sociales

28 de enero de 2012

Vainas del Capitalismo!

El 40% de alimentos del mundo se pierde entre la cosecha y el consumidor

Finalmente, las corporaciones trasnacionales de alimentos y los más ricos del mundo, descubrieiron lo que los altermundistas vienen diciendo desde hace décadas: 
 
El 40% de alimentos que se producen en el mundo se pierden entre el momento de la cosecha y el consumidor final. 
 
Aunque todavía no reconocen que gran parte de éstas pérdidas son intencionales y se realizan con el fin de incrementar el precio de los alimentos. 
 
Según los expertos reunidos en en Foro Económico Mundial, "el problema es la falta de infraestructuras que garanticen buenas condiciones de almacenamiento, transporte y distribución en los países en desarrollo". Con seguridad ya avizoraron un nuevo negocio a escala global: venderle a los países pobres esta infraestructura.

Según un panel de especialistas reunido en el Foro Económico de Davos y moderado por la directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Josette Sheeran, quedaron patentes las fuertes contradicciones que prevalecen en el sector agrícola y que hacen que, a pesar de que la producción alimentaria es suficiente para toda la población mundial, 1.000 millones de personas no puedan pagarse o simplemente no tienen acceso a comida suficiente.

Tal y como lo hemos señalado en Las Vainas Son Verdes, esto es consecuencia de considerar al alimento una mercancía en vez de un derecho.

A esta flamante y lujosa reunión también asistieron otros personajes que difícilmente conozcan el hambre: el consejero delegado de la multinacional  Unilever, Paul Polman y el multimillonario Bill Gates. El representante de Unilever, sonrió con picardía mientras se frotaba las manos y reflexionaba acerca del incremento poblacional: "Ante un aumento previsto de la población del planeta hasta los 9.000 millones de habitantes en 2050, se necesitará producir un 70% más de alimentos." Alimentos que con toda seguridad ellos esperan vender.

Bil Gates por su parte, lamentó que las promesas de ayuda que se hicieron a raíz de la crisis alimentaria vivida en muchos países pobres en 2008, debido a que los precios de los alimentos básicos se dispararon ese año, hayan sido incumplidas debido a otra crisis: la financiera y económica que sufren ahora parte de los países industrializados. Para estos sesudos analistas es perfectamente entendible que el dinero se use para rescatar a los banqueros multimillonarios a expensas no solo de los ahorristas, sino de millones que mueren de hambre en otros rincones del planeta.

El director general del Fondo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva, señaló que "podemos alimentar a toda la población, el problema no es de abastecimiento, sino que la gente no tenga medios para comprar comida". Queda bastante claro que para la FAO el problema es que los pobres no tienen dinero para pagarse sus alimentos, pero no se cuestiona el hecho de que estos sean vendidos con precios que en la mayoría de los casos son especulativos y que tampoco benefician a los productores, sino a los grandes intermediarios, como Unilever.

Por su parte, el consejero delegado de la reaseguradora suiza Swiss Re, Stefan Lippe, consideró que para garantizar la seguridad alimentaria hay que dar "seguridad del agricultor". "Si hay una sequía no hay cultivos y no hay ingresos, el agricultor lo deja, emigra a las ciudades y deja vacías sus tierras", dijo el ejecutivo, en un claro intento de promover su negocio: la venta de pólizas de seguro para el agro-negocio.

Para que ello sea posible, añadió, hay que dar al productor "acceso a herramientas financieras, como créditos, seguros y mecanismos para recibir inversiones, incluso subsidios públicos si es necesario". Como de costumbre, quienes controlan la agro-industria y son responsables del hambre en el mundo desconfían de las políticas que no se basen en la mano invisible del mercado, excepto cuando toca poner dinero, y es cuando los subsidios con dinero público les parecen una maravilla.
Versión Las Vainas Son Verdes, Fuente: http://ecocosas.com/noticias/el-40-de-alimentos-del-mundo-se-pierde-entre-la-cosecha-y-el-consumidor/

27 de enero de 2012

Desde el Foro social de Porto Alegre

Entrevista a Joao Pedro Stedile, dirigente del Movimiento Sin Tierra de Brasil:


¿Cual es la importancia del Foro Social de Porto Alegre en la coyuntura de crisis internacional actual?
El Foro Social Mundial, ahora el Tematico acá en Porto Alegre, y los otros que se desarrollaron en otras partes del mundo, siempre son espacios muy importantes para que la gente venga y comparta sus ideas. Entonces el Foro, más que un espacio organizativo, es una verdadera feria ideológica donde las personas vienen, comparten sus preocupaciones y reflexiones. Aquí ubicamos a quiénes son parecidos, para entonces articular cosas concretas de luchas de masas, de propuestas concretas que pueden entonces entrelazar de manera directa a los movimientos sociales de todas partes del mundo, en sus luchas contra el gran enemigo que tenemos en este periodo histórico que son la grandes empresas capitalistas.
-Cómo se para América Latina frente a la coyuntura actual, y cual es la importancia del ALBA como proyecto que retoma la idea de construir otro tipo de sociedades, más justas, más humanas?
Acá en Latinoamérica estamos enfrentando una disputa permanente entre tres proyectos, que se agudiza incluso frente a la crisis.
Hay un primer proyecto que es la recolonización de nuestro continente, defendido por EEUU y que tiene sus laderos en algunos gobiernos como Colombia, como Chile, que nos quieren imponer como un terrtorio para que el Capital venga aquí y pueda apoderarse de los bienes naturales. Sólo quieren que nosotros produzcamos mercancías, materias primas para ellos.
Hay un segundo proyecto que defiende la idea de una espacie de integración latinoamericana pero bajo los intereses de las burguesías locales, donde ellos desarrollan proyectos de integración, de transporte, de libre comercio. Tienen contradicciones con el Imperio, pero no ayudan a resolver los problemas de los pobres.
Y el ALBA se ha constituido como el tercer proyecto, que es más allá que un acuerdo comercial entre gobiernos o Estados. Es una propuesta política que tiene como perspectiva una integración popular entre todos los pueblos de Latinoamérica, sin términos económicos, sin términos políticos, para hacer frente al Imperialismo y a las transnacionales.
Sin términos culturales, incluso, porque nuestros pueblos tienen las mismas experiencias, tienen las mismas formaciones socio-culturales. Entonces los movimientos sociales más combativos de Latinoamérica, aparte de los gobiernos, estamos impulsando ese proyecto ALBA, como una forma de integración popular, una unidad latinoamericana que pueda acumular fuerzas para derrotar a las empresas transnacionales, al proyecto del Imperialismo y avanzar hacia el Socialismo.
El problema es que con esta crisis internacional tenemos una contradicción fundamental que es que el poder económico es el que determina el poder político. Y el poder económico se desarrolló como el capitalismo internacional, bajo el control de los bancos y de las empresas transnacionales, y los gobiernos locales nacionales no tienen fuerzas para encuadrar a ese capital que hace lo que quiere, entonces los gobiernos se van a reunir, pueden sacar bonitos documentos como las Naciones Unidas, pero…¿qué pasa?. Que la fuerza económica que domina la economía, que domina los países, no respeta esos acuerdos internacionales.
Entonces sólo es posible enfrentar a ese capital si los movimientos sociales de todos los países logran hacer manifestaciones, logran desarrollar una conciencia en la sociedad para acumular fuerzas y enfrentar a esas empresas capitalistas. Y ojalá muchos de los gobiernos que vengan a Río puedan sumarse y también defender los puntos de vista de sus poblaciones, porque solos los gobiernos no tienen fuerza. La crisis de Europa está ahí, nos da argumentos todos los días de cómo los bancos incluso están indicando a los mismos gobernantes.
-Durante tu intervención en el Foro mencionaste la importancia de los medios masivos de comunicación para difundir la ideología dominante. Como se deben parar los medios contrahegemónicos en esa coyuntura?
En el período del Capitalismo industrial la burguesía reproducía su ideología con la Iglesia, los partidos políticos y las escuelas. Ahora, en esta etapa del neoliberalismo, del capital financiero, del capitalismo globalizado, la forma de la burguesía, de la clase dominante, de reproducir su ideología en la sociedad es la televisión y por eso ellos mantienen un monopolio en todos nuestros países. Por eso, como movimientos sociales nosotros siempre llevamos esa reflexión. Hay que denunciar la concentración del poder ideológico que la burguesía tiene con los medios televisivos, y a la vez la izquierda y los movimientos sociales tienen que apoderarse de ese instrumento. Por eso nos alegra mucho que precisamente acá, en Latinoamérica, se están desarrollando experiencias muy importantes como Alba TV, como TeleSur. Y en algunos de nuestros países hay televisoras públicas que han asumido un rol progresista. Todo eso es muy importante, justamente para romper el monopolio que el capital impone a las televisoras. Por eso, un gran abrazo a todos ustedes que están trabajando en ese proyecto. Además de ayudarnos a enfrentar el capital, Alba TV nos ayuda a construir aquel proyecto al que me refería de una integración popular entre nuestros pueblos de Latinoamérica.

Fuente: ALBA TV

19 de enero de 2012

Fidel: guerra nuclear y cambio climático. La marcha hacia el abismo

El líder de la Revolución Cubana afirma que numerosos peligros nos amenazan, pero dos de ellos, la guerra nuclear y el cambio climático, son decisivos y ambos están cada vez más lejos de aproximarse a una solución
 
No es cuestión de optimismo o pesimismo, saber o ignorar cosas elementales, ser responsables o no de los acontecimientos. Los que pretenden considerarse políticos debieran ser lanzados al basurero de la historia cuando, como es norma, en esa actividad ignoran todo o casi todo lo que se relaciona con ella.
No hablo por supuesto de los que a lo largo de varios milenios convirtieron los asuntos públicos en instrumentos de poder y riquezas para las clases privilegiadas, actividad en la que verdaderos récords de crueldad han sido impuestos durante los últimos ocho o diez mil años sobre los que se tienen vestigios ciertos de la conducta social de nuestra especie, cuya existencia como seres pensantes, según los científicos, apenas rebasa los 180 mil años.

No es mi propósito enfrascarme en tales temas que seguramente aburrirían a casi el ciento por ciento de las personas continuamente bombardeadas con noticias a través de medios, que van desde la palabra escrita hasta las imágenes tridimensionales que comienzan a exhibirse en costosos cines, y no está lejano el día en que también predominen en las ya de por sí fabulosas imágenes de la televisión. No es casual que la llamada industria de la recreación tenga su sede en el corazón del imperio que a todos tiraniza.

Lo que pretendo es situarme en el punto de partida actual de nuestra especie para hablar de la marcha hacia el abismo. Podría incluso hablar de una marcha “inexorable” y estaría seguramente más cerca de la realidad. La idea de un juicio final está implícita en las doctrinas religiosas más extendidas entre los habitantes del planeta, sin que nadie las califique por ello de pesimistas. Considero, por el contrario, deber elemental de todas las personas serias y cuerdas, que son millones, luchar para posponer y, tal vez impedir, ese dramático y cercano acontecimiento en el mundo actual.

Numerosos peligros nos amenazan, pero dos de ellos, la guerra nuclear y el cambio climático, son decisivos y ambos están cada vez más lejos de aproximarse a una solución.

La palabrería demagógica, las declaraciones y los discursos de la tiranía impuesta al mundo por Estados Unidos y sus poderosos e incondicionales aliados, en ambos temas, no admiten la menor duda al respecto.

El primero de enero de 2012, año nuevo occidental y cristiano, coincide con el aniversario del triunfo de la Revolución en Cuba y el año en que se cumple el 50 Aniversario de la Crisis de Octubre de 1962, que puso al mundo al borde de la guerra mundial nuclear, lo que me obliga a escribir estas líneas.

Carecerían de sentido mis palabras si tuviesen como objetivo imputar alguna culpa al pueblo norteamericano, o al de cualquier otro país aliado de Estados Unidos en la insólita aventura; ellos, como los demás pueblos del mundo, serían las víctimas inevitables de la tragedia. Hechos recientes ocurridos en Europa y otros puntos muestran las indignaciones masivas de aquellos a los que el desempleo, la carestía, las reducciones de sus ingresos, las deudas, la discriminación, las mentiras y la politiquería, conducen a las protestas y a las brutales represiones de los guardianes del orden establecido.

Con frecuencia creciente se habla de tecnologías militares que afectan la totalidad del planeta, único satélite habitable conocido a cientos de años luz de otro que tal vez resulte adecuado si nos movemos a la velocidad de la luz, trescientos mil kilómetros por segundo.
No debemos ignorar que si nuestra maravillosa especie pensante desapareciera transcurrirían muchos millones de años antes de que surja nuevamente otra capaz de pensar, en virtud de los principios naturales que rigen como consecuencia de la evolución de las especies, descubierta por Darwin en 1859 y que hoy reconocen todos los científicos serios, creyentes o no creyentes.
Ninguna otra época de la historia del hombre conoció los actuales peligros que afronta la humanidad. Personas como yo, con 85 años cumplidos, habíamos arribado a los 18 con el título de bachiller antes de que concluyera la elaboración de la primera bomba atómica.

Hoy los artefactos de ese carácter listos para su empleo -incomparablemente más poderosos que los que produjeron el calor del sol sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki- suman miles.

Las armas de ese tipo que se guardan adicionalmente en los depósitos, añadidas a las ya desplegadas en virtud de acuerdos, alcanzan cifras que superan los veinte mil proyectiles nucleares.

El empleo de apenas un centenar de esas armas sería suficiente para crear un invierno nuclear que provocaría una muerte espantosa en breve tiempo a todos los seres humanos que habitan el planeta, como ha explicado brillantemente y con datos computarizados el científico norteamericano y profesor de la Universidad de Rutgers, New Jersey, Alan Robock.

Los que acostumbran a leer las noticias y análisis internacionales serios, conocen cómo los riesgos del estallido de una guerra con empleo de armas nucleares se incrementan a medida que la tensión crece en el Cercano Oriente, donde en manos del gobierno israelita se acumulan cientos de armas nucleares en plena disposición combativa, y cuyo carácter de fuerte potencia nuclear ni se admite ni se niega. Crece igualmente la tensión en torno a Rusia, país de incuestionable capacidad de respuesta, amenazada por un supuesto escudo nuclear europeo.

Mueve a risas la afirmación yanki de que el escudo nuclear europeo es para proteger también a Rusia de Irán y Corea del Norte. Tan endeble es la posición yanki en este delicado asunto, que su aliado Israel ni siquiera se toma la molestia de garantizar consultas previas sobre medidas que puedan desatar la guerra.
La humanidad, en cambio, no goza de garantía alguna. El espacio cósmico, en las proximidades de nuestro planeta, está saturado de satélites de Estados Unidos destinados a espiar lo que ocurre hasta en las azoteas de las viviendas de cualquier nación del mundo. La vida y costumbres de cada persona o familia pasó a ser objeto de espionaje; la escucha de cientos de millones de celulares, y el tema de las conversaciones que aborde cualquier usuario en cualquier parte del mundo deja de ser privado para convertirse en material de información para los servicios secretos de Estados Unidos.

Ese es el derecho que va quedando a los ciudadanos de nuestro mundo en virtud de los actos de un gobierno cuya constitución, aprobada en el Congreso de Filadelfia en 1776, establecía que todavía los hombres nacían libres e iguales y a todos les concedía el Creador determinados derechos, de los cuales no les quedan ya, ni a los propios norteamericanos ni a ciudadano alguno del mundo siquiera el de comunicar por teléfono a familiares y amigos sus sentimientos más íntimos.
La guerra, sin embargo, es una tragedia que puede ocurrir, y es muy probable que ocurra; mas, si la humanidad fuese capaz de retrasarla un tiempo indefinido, otro hecho igualmente dramático está ocurriendo ya con creciente ritmo: el cambio climático. Me limitaré a señalar lo que eminentes científicos y expositores de relieve mundial han explicado a través de documentos y filmes que nadie cuestiona.

Es bien conocido que el gobierno de Estados Unidos se opuso a los acuerdos de Kyoto sobre el medio ambiente, una línea de conducta que ni siquiera concilió con sus más cercanos aliados, cuyos territorios sufrirían tremendamente y algunos de los cuales, como Holanda, desaparecerían casi por entero.
El planeta marcha hoy sin política sobre este grave problema, mientras los niveles del mar se elevan, las enormes capas de hielo que cubren la Antártida y Groenlandia, donde se acumula más del 90% del agua dulce del mundo, se derriten con creciente ritmo, y ya la humanidad, el pasado 30 de noviembre de 2011, alcanzó oficialmente la cifra de 7 mil millones de habitantes que en las áreas más pobres del mundo crece de forma sostenida e inevitable. ¿Es que acaso los que se han dedicado a bombardear países y matar millones de personas durante los últimos 50 años se pueden preocupar por el destino de los demás pueblos?

Estados Unidos es hoy no sólo el promotor de esas guerras, sino también el mayor productor y exportador de armas en el mundo.

Como es conocido, ese poderoso país ha suscrito un convenio para suministrar 60 mil millones de dólares en los próximos años al reino de Arabia Saudita, donde las transnacionales de Estados Unidos y sus aliados extraen cada día 10 millones de barriles de petróleo ligero, es decir, mil millones de dólares en combustible. ¿Qué será de ese país y de la región cuando esas reservas de energía se agoten? No es posible que nuestro mundo globalizado acepte sin chistar el colosal derroche de recursos energéticos que la naturaleza tardó cientos de millones de años en crear, y cuya dilapidación encarece los costos esenciales. No sería en absoluto digno del carácter inteligente atribuido a nuestra especie.

En los últimos 12 meses tal situación se agravó considerablemente a partir de nuevos avances tecnológicos que, lejos de aliviar la tragedia proveniente del derroche de los combustibles fósiles, la agrava considerablemente.
Científicos e investigadores de prestigio mundial venían señalando las consecuencias dramáticas del cambio climático.

En un excelente documental fílmico del director francés Yann Arthus-Bertrand, titulado Home, y elaborado con la colaboración de prestigiosas y bien informadas personalidades internacionales, publicado a mediados del año 2009, este advirtió al mundo con datos irrebatibles lo que estaba ocurriendo. Con sólidos argumentos exponía las consecuencias nefastas de consumir, en menos de dos siglos, los recursos energéticos creados por la naturaleza en cientos de millones de años; pero lo peor no era el colosal derroche, sino las consecuencias suicidas que para la especie humana tendría. Refiriéndose a la propia existencia de la vida, le reprochaba a la especie humana: “…Te beneficias de un fabuloso legado de 4000 millones de años suministrado por la Tierra. Solamente tienes 200000 años, pero ya has cambiado la faz del mundo.”

No culpaba ni podía culpar a nadie hasta ese minuto, señalaba simplemente una realidad objetiva. Sin embargo, hoy tenemos que culparnos todos de que lo sepamos y nada hagamos por tratar de remediarlo.

En sus imágenes y conceptos, los autores de esa obra incluyen memorias, datos e ideas que estamos en el deber de conocer y tomar en cuenta.

En meses recientes, otro fabuloso material fílmico exhibido fue Océanos, elaborado por dos realizadores franceses, considerado el mejor film del año en Cuba; tal vez, a mi juicio, el mejor de esta época.

Es un material que asombra por la precisión y belleza de las imágenes nunca antes filmadas por cámara alguna: 8 años y 50 millones de euros fueron invertidos en ella. La humanidad tendrá que agradecer esa prueba de la forma en que se expresan los principios de la naturaleza adulterados por el hombre. Los actores no son seres humanos: son los pobladores de los mares del mundo. ¡Un Oscar para ellos!

Lo que motivó para mí el deber de escribir estas líneas no surgió de los hechos referidos hasta aquí, que de una forma u otra he comentado anteriormente, sino de otros que, manejados por intereses de las transnacionales, han estado saliendo a la luz dosificadamente en los últimos meses y sirven a mi juicio como prueba definitiva de la confusión y el caos político que impera en el mundo.
Hace apenas unos meses leí por primera vez algunas noticias sobre la existencia del gas de esquisto. Se afirmaba que Estados Unidos disponía de reservas para suplir sus necesidades de este combustible durante 100 años. Como dispongo en la actualidad de tiempo para indagar sobre temas políticos, económicos y científicos que pueden ser realmente útiles a nuestros pueblos, me comuniqué discretamente con varias personas que residen en Cuba o en el exterior de nuestro país. Curiosamente, ninguna de ellas había escuchado una palabra sobre el asunto. No era desde luego la primera vez que eso sucedía. Uno se asombra de hechos importantes de por sí que se ocultan en un verdadero mar de informaciones, mezcladas con cientos o miles de noticias que circulan por el planeta.

Persistí, no obstante, en mi interés sobre el tema. Han transcurrido sólo varios meses y el gas de esquisto no es ya noticia. En vísperas del nuevo año se conocían ya suficientes datos para ver con toda claridad la marcha inexorable del mundo hacia el abismo, amenazado por riesgos tan extremadamente graves como la guerra nuclear y el cambio climático. Del primero, ya hablé; del segundo, en aras de la brevedad, me limitaré a exponer datos conocidos y algunos por conocer que ningún cuadro político o persona sensata debe ignorar.
No vacilo en afirmar que observo ambos hechos con la serenidad de los años vividos, en esta espectacular fase de la historia humana, que han contribuido a la educación de nuestro pueblo valiente y heroico.

El gas se mide en TCF, los cuales pueden referirse a pies cúbicos o metros cúbicos -no siempre se explica si se trata de uno o de otro- depende del sistema de medidas que se aplique en un determinado país. Por otro lado, cuando se habla de billones suelen referirse al billón español que significa un millón de millones; tal cifra en inglés se califica como trillón lo cual debe tenerse en cuenta cuando se analizan las referidas al gas que suelen ser voluminosas. Trataré de señalarlo cuando sea necesario.

El analista norteamericano Daniel Yergin, autor de un voluminoso clásico de historia del petróleo afirmó, según la agencia de noticias IPS, que ya un tercio de todo el gas que se produce en Estados Unidos es gas de esquisto.
“…la explotación de una plataforma con seis pozos puede consumir 170.000 metros cúbicos de agua e incluso provocar efectos dañinos como influir en movimientos sísmicos, contaminar aguas subterráneas y superficiales, y afectar el paisaje.”

El grupo británico BP informa por su parte que “Las reservas probadas de gas convencional o tradicional en el planeta suman 6.608 billones ?millón de millones? de pies cúbicos, unos 187 billones de metros cúbicos, […] y los depósitos más grandes están en Rusia (1.580 TCF), Irán (1.045), Qatar (894), y Arabia Saudita y Turkmenistán, con 283 TCF cada uno”. Se trata del gas que se venía produciendo y comercializando.

“Un estudio de la EIA ?una agencia gubernamental de Estados Unidos sobre energía? publicado en abril de 2011 encontró prácticamente el mismo volumen (6.620 TCF o 187,4 billones de metros cúbicos) de shale gas recuperable en apenas 32 países, y los gigantes son: China (1.275 TCF), Estados Unidos (862), Argentina (774), México (681), Sudáfrica (485) y Australia (396 TCF)”. Shale gas es gas de esquisto. Obsérvese que de acuerdo a lo que se conoce Argentina y México poseen casi tanto como Estados Unidos. China, con los mayores yacimientos, posee reservas que equivalen a casi el doble de aquellos y un 40% más que Estados Unidos.

“…países secularmente dependientes de proveedores extranjeros contarían con una ingente base de recursos en relación con su consumo, como Francia y Polonia, que importan 98 y 64 por ciento, respectivamente, del gas que consumen, y que tendrían en rocas de esquistos o lutitas reservas superiores a 180 TCF cada uno”.

“Para extraerlo de las lutitas ?señala IPS? se apela a un método bautizado ‘fracking’ (fractura hidráulica), con la inyección de grandes cantidades de agua más arenas y aditivos químicos. La huella de carbono (proporción de dióxido de carbono que libera a la atmósfera) es mucho mayor que la generada con la producción de gas convencional.

“Como se trata de bombardear capas de la corteza terrestre con agua y otras sustancias, se incrementa el riesgo de dañar subsuelo, suelos, napas hídricas subterráneas y superficiales, el paisaje y las vías de comunicación si las instalaciones para extraer y transportar la nueva riqueza presentan defectos o errores de manejo.”

Baste señalar que entre las numerosas sustancias químicas que se inyectan con el agua para extraer este gas se encuentran el benceno y el tolueno, que son sustancias terriblemente cancerígena.


La experta Lourdes Melgar, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, opina que: “Es una tecnología que genera mucho debate y son recursos ubicados en zonas donde no hay agua…”.

“Las lutitas gasíferas ?expresa IPS? son canteras de hidrocarburos no convencionales, encalladas en rocas que las guarecen, por lo que se aplica la fractura hidráulica (conocida en inglés como ‘fracking’) para liberarlas a gran escala.”

“La generación de gas shale involucra altos volúmenes de agua y la excavación y fractura generan grandes cantidades de residuos líquidos, que pueden contener químicos disueltos y otros contaminantes que requieren tratamiento antes de su desecho.”

“La producción de esquisto saltó de 11.037 millones de metros cúbicos en 2000 a 135.840 millones en 2010. En caso de seguir a este ritmo la expansión, en 2035 llegará a cubrir 45 por ciento de la demanda de gas general, según la EIA.
“Investigaciones científicas recientes han alertado del perfil ambiental negativo del gas lutita.”

“Los académicos Robert Howarth, Renee Santoro y Anthony Ingraffea, de la estadounidense Universidad de Cornell, concluyeron que ese hidrocarburo es más contaminante que el petróleo y el gas, según su estudio ‘Metano y la huella de gases de efecto invernadero del gas natural proveniente de formaciones de shale’, difundido en abril pasado en la revista Climatic Change.”

“La huella carbónica es mayor que la del gas convencional o el petróleo, vistos en cualquier horizonte temporal, pero particularmente en un lapso de 20 años. Comparada con el carbón, es al menos 20 por ciento mayor y tal vez más del doble en 20 años”, resaltó el informe.

“El metano es uno de los gases de efecto invernadero más contaminantes, responsables del aumento de la temperatura del planeta.”

“En áreas activas de extracción (uno o más pozos en un kilómetro), las concentraciones promedio y máximas de metano en pozos de agua potable se incrementaron con proximidad al pozo gasífero más cercano y fueron un peligro de explosión potencial”, cita el texto escrito por Stephen Osborn, Avner Vengosh, Nathaniel Warner y Robert Jackson, de la estatal Universidad de Duke.

“Estos indicadores cuestionan el argumento de la industria de que el esquisto puede sustituir al carbón en la generación eléctrica y, por lo tanto, un recurso para mitigar el cambio climático.”

“Es una aventura demasiado prematura y riesgosa.”

“En abril de 2010, el Departamento de Estado de Estados Unidos puso en marcha la Iniciativa Global de Gas Shale para ayudar a los países que buscan aprovechar ese recurso para identificarlo y desarrollarlo, con un eventual beneficio económico para las transnacionales de esa nación.”

He sido inevitablemente extenso, no tenía otra opción. Redacto estas líneas para el sitio web Cubadebate y para Telesur, una de las emisoras de noticias más serias y honestas de nuestro sufrido mundo.

Para abordar el tema dejé transcurrir los días festivos del viejo y el nuevo año. 
Fidel Castro Ruz

18 de enero de 2012

Geopolitica, desarrollo y la faja

Producto de la extensa y detallada exposición de avances y logros en la gestión gubernamental que se llevara a cabo el pasado viernes por parte del Presidente de la República, el Sistema Nacional de Medios Públicos dedicó varias horas a entrevistar a los ministros y a otros altos funcionarios para detallar aún más la memoria y cuenta. Luego de escucharlos atentamente surgen inumerables inquietudes, de las cuales trataremos de centrarnos en un par de ellas. 

Escuchamos al Ministro Giordani comentar acerca de la tasa de crecimiento económico de China, el país más poblado del planeta con unos 1300 millones de habitantes. Todos ellos, o al menos una importante fracción estan experimentando cambios y mejoras en su forma de vida: acceso a salud, educación y servicios que antes no disponían. Esto conlleva por supuesto, a un mayor impacto sobre los recursos naturales del planeta, y sobre ello existe una enorme cantidad de información, difundida por los medios masivos de comunicación y que casi siempre se orienta hacia la crítica, hacia el cuestionamiento de China por pretender acceder a beneficios para su población que existen desde hace siglos en Europa y EEUU.  

Llama la atención sin embargo que aún a pesar de su rápido crecimiento, China  necesitaría unos 50 años para aproximarse al tamaño actual de la economía de EEUU. Reflexionemos sobre esto: China tiene 1300 millones de habitantes, y aún creciendo a una tasa de 10% anual durante casi 30 años, requeriría unos 50 años más para alcanzar la tasa de consumo de recursos naturales de los apenas 200 millones de habitantes de EEUU. Hay algo desproporcionado acá.

Pero este fenómeno no solo ocurre en China, aunque en menor proporción en cuanto al crecimiento y en cuanto a la población, varios países de América también han mostrado crecimiento importante incluso durante la recesión económica global. Como no nos gusta regodearnos en indicadores macroeconómicos vacios, antes de seguir es bueno recordar la frase del Presidente Chávez: "La economía no sirve de nada si no está al servicio del ser humano". Y es que definitivamente no es lo mismo el crecimiento en un punto porcentual del Producto Interno Bruto en un país cuya riqueza la acumulan las grandes corporaciones en manos de un puñado de ricachones, que lo que puede significar en un país en donde ese crecimiento económico se traduce en mayor equidad, y bienestar para el pueblo.

Para muestra un botón, la inversión social en Venezuela durante el período 1999-2011 se incrementó en un 40% respecto al período 1986-1998. El crecimiento económico del pasado representó mayor riqueza y poder para los más ricos, mayor inequidad y pobreza para los históricamente desposeidos. El crecimiento económico de hoy en día, aún a pesar del impacto ambiental que representa, se traduce en mejoras para la población. No es lo mismo talar un árbol para construir un hospital o una escuela, que para hacer una nueva mansión o un campo de golf privado.


Aún a pesar de ello, es bueno que los venezolanos tengamos en mente que los recursos naturales no son infinitos, y que de ellos depende no solo el bienestar que nos permitan sino nuestra propia existencia y la de las generaciones por venir. 

El reto es pensar siempre, tanto para quienes tienen responsabilidades en la gestión pública, como los que actúan desde las diversas formas del poder popular, ¿cómo alcanzar bienestar y equidad social sin agotar los recursos de los cuales dependemos?, ¿cómo aprovechar esos recursos sustentablemente para que nuestro impacto repercuta positivamente sobre la mayor cantidad de venezolan@s en el presente y en el porvenir?

Pensemos en ello con el río Orinoco en mente. El desarrollo de la Faja Petrolífera del Orinoco es una realidad inminente, de la cual parecieramos no poder escapar en el escenario geopolítico actual y en medio de una crisis que puede definir la construcción de un mundo verdaderamente multipolar y de un nuevo orden mundial. Sin embargo, tenemos que considerar, al momento de emprender proyectos de esta magnitud, que la Revolución Bolivariana tiene la responsabilidad histórica de sentar las bases para un nuevo modelo de desarrollo que nos permita relacionarnos con la naturaleza en unos terminos diferentes a los que el capitalismo depredador nos ha acostumbrado. 

Se dice fácil, pero la verdad es que es un reto que nos compromete a todos y en donde no hay chance para posiciones conservadoras o extremistas de ninguna categoría. Tenemos que reinventarnos como sociedad y discutir sin tapujos nuestra concepción del ambiente y los límites tolerables de cambio ambiental para que los objetyivos económicos y políticos no amenacen nuestra supervivencia en el largo plazo, o nos pongan a repetir el mismo guión que ha generado la crisis ecológica que experimentamos hoy en día.




10 de enero de 2012

Río +20: entre la desesperanza y la movilización social



El 2012 es un año crucial para definir la orientación de la política ambiental internacional, y lo más destacado de la agenda de negociaciones tendrá lugar en la Conferencia Río +20 que se celebrará en junio en Brasil. Entre el escepticismo y el llamamiento a la movilización, algunos líderes sociales y ambientales revelan sus expectativas sobre el evento.

Celebrada a finales del año pasado en Sudáfrica, la última conferencia de la ONU sobre el cambio climático (COP-17) dejó insatisfechos a movimientos sociales y ambientales quienes consideran que los avances diplomáticos son demasiado lentos para la urgencia que requiere el planeta. Es por ello que Renata Camargo, Coordinadora de Políticas Públicas de Greenpeace Brasil, dice que no espera mucho de la de Río+20: "En términos de las negociaciones internacionales, no hay ninguna expectativa de un nuevo acuerdo sobre los principales temas de esta conferencia, que son la economía verde y gobernanza ambiental para el desarrollo sostenible. Lo que se ha marcado es el intento de consolidar y reafirmar los acuerdos existentes para el desarrollo sostenible, que explica cómo cumplir con el Programa 21, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, etc "


Rubens Born, quien es jefe del Instituto Vitae Civilis y miembro de la coordinación del Foro Brasileño de ONGs y Movimientos Sociales para el Medio Ambiente (FBOMS), opina que la movilización de la sociedad debe servir como base para un amplio proceso de transformación: "El enfrentamiento de la crisis económica, ambiental y de póbreza global requiere romper con los elementos sistémicos subyacentes a los ideales desarrollistas y neoliberales que han fomentado el debilitamiento de los estados como un mecanismo para permitir una mayor presencia de las corporaciones empresariales por un lado, y por el otro, la sumisión de todos los aspectos de la vida a los intereses económicos. La gravedad de la crisis climática también señala la necesidad urgente de evaluar otras formas para la generación y distribuciónde energía, alimentos, transporte, vivienda, saneamiento y empleo ".
Roger Rocco, analista del Instituto Chico Mendes compara los dos momentos: "Rio-92 trajo avances significativos en configuración de la política internacional y la construcción de un modelo de sostenibilidad social y ambiental. Sin embargo, las reuniones que siguieron fueron en general decepcionantes en resultados. Esto ha estado ocurriendo durante dos décadas y volvió a suceder en la COP-17. Es decir, para una vez más, se aplazó la adopción de una posición más firme en la continuidad de la norma jurídica para regular las emisiones de gases de efecto invernadero. Con este resultado y junto con las crisis económica mundial, no podemos esperar mucho de la Río +20 ", 
Río +20 fue convocada por la ONU como una reunión de carácter político, cuyo producto final es una declaración. Por lo tanto, no debemos esperar grandes tratados o soluciones definitivas. Pero sí podemos aprovechar esta cita para iniciar los procesos que pueden desencadenar transformaciones en un tiempo relativamente corto contribuyendo a consturi colectivamente el futuro que queremos. Identificar y cultivar las semillas de estos procesos es una prioridad estratégica para los movimientos sociales de latinoamérica y el mundo.
Fuente: EcoDebate (http://www.ecodebate.com.br/2012/01/09/ambientalistas-esperam-pouco-da-rio20-mas-defendem-mobilizacao/)
Traducción: César Aponte Rivero

8 de enero de 2012

Soberanía, territorio y conservación

El  feroz incendio en la Patagonia chilena sigue dando de que hablar. Esta semana el gobierno del país austral señaló a los indígenas mapuches como responsables del incendio que ya ha destruido unas 12 mil hectáreas dentro del Parque Nacional Torres del Paine y que supera las 40 mil hectareas fuera del parque. Esta acusación se realiza a pesar de que ya se había informado la captura y la confesión del autor material del incendio: un turista israelí.

A raíz de estas informaciones, varios medios de comunicación independientes se hicieron eco de un fenómeno que sucede en la Patagonia argentina y chilena y que es extremadamente preocupante: la adquisición de enormes extensiones de tierra por extranjeros y principalmente por ciudadanos estadounidenses y de Israel. La excusa en gran parte de los casos es que la tierra es adquirida para “la conservación de los recursos naturales”, basada en la premisa de que si no se privatiza la naturaleza, entonces no se conservará. El turismo y el conservacionismo actúan como vías de penetración.

Las consecuencias de estas maniobras representan una grave amenaza a la soberanía de Chile y Argentina, y aunque ya Argentina adelanta una ley que pone límites a la cantidad de tierras que puede comprar un extranjero, sin embargo, los peligros van más allá del cono sur y ameritan un tratamiento regional en escenarios como la CELAC o la UNASUR.

A continuación les invitamos a leer, siguiendo el vinculo de acá abajo, el texto de la prestigiosa periodista Palestina y activista en defensa de los derechos humanos, Kawther Salam, quien vive exiliada en Austria desde el 2004, en donde se refugió a causa de la persecución a la que fue sometida por su trabajo periodístico y audiovisual.


REPORTE PATAGÓNICO DESDE EL BLOG DE KAWTHER SALAM (http://www.kawther.info/wpr/ )

1 de enero de 2012

Nuevas facetas del conflicto por carretera en TIPNIS Boliviano

El Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS), seguirá dando que hablar en 2012. 

Desde que a mediados del año 2011 se iniciara una masiva manifestación cuestionando la construcción de una carretera que atravesaría el territorio del Parque Nacional, se han hecho visibles diversos aspectos relacionados con el conflicto de intereses por la carretera entre sectores de la población residente en el TIPNIS, Grupos Indígenas, Conservacionistas, Empresarios Turísticos, Gobiernos Regional y Nacional, etc. 

Ahora, a dos meses del cese del conflicto mediante la promulgación de una Ley que declara al TIPNIS como un área intangible, surge otra manifestación de indígenas bolivianos, solo que esta vez reclamando la construcción de la carretera.

Este conflicto es ilustrativo de lo complejo y diverso de los intereses en juego cuando se ordena el territorio con fines de conservación. Nuevas informaciones revelan que no solo los conservacionistas estaban contra la construcción de la carretera. Inclusive, parece que la legítima protesta de  los grupos conservacionistas y los indígenas, puede haber sido utilizada por otros sectores interesados no solo en crear oportunidades para la desligitimación del gobierno de Evo Morales; sino también en que el desorden y la poca presencia del Estado y del gobierno Boliviano, continuen reinando en el TIPNIS.

Y es que posterior a la declaratoria del TIPNIS como área intangible, el gobierno ha niciado el proceso de revisión de las actividades económicas que se llevan a cabo dentro de sus límites, encontrándose con que gran parte de las licencias otorgados por el Estado para que las comunidades indígenas puedan hacer uso de los recursos naturales, venían siendo ilegalmente trasferidas a terceros para usar las concesiones con fines privados. En la mayoría de los casos los terceros no residen en el área, y en otros casos, son extranjeros.

En función de este hallazgo, el Gobierno de Bolivia suspendió este viernes las licencias ambientales de las empresas turísticas y de explotación maderera que operan en la zona donde se ubica el parque Isidoro Sécure (Tipnis), anuncio dado por la viceministra de Medio Ambiente, Cintia Silva, quien hizo una mención particular de la empresa turística Untamed Angling S.A.

"Hemos emitido una resolución administrativa que deja sin efecto las licencias ambientales de la operación turística debido a un informe que hace el Servicio Nacional de Áreas Protegidas sobre la situación legal de la otorgamiento de derechos", dijo en una rueda de prensa.

Igualmente, la representante medioambiental explicó que el caso de las compañías que explotan madera, la  Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierra (ABT) emitió otra resolución que deja también sin efecto y desconoce los contratos suscritos con las empresas Suri, Huanca Rodríguez e Isigo. "Por otro lado la ABT emitirá una resolución que deja sin efecto los contratos de terceros o empresas con las comunidades para aprovechar los recursos forestales dentro del Tipnis", indicó.

No solo las empresas madereras y turísticas tienen intereses en el TIPNIS. Antes de la llegada del Gobierno de Morales,  funcionaba en Chimoré una base militar norteamericana que, según el Director de la agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y zonas Fronterizas (ADEMAF), Juan Ramón Quintana, le permitió a la DEA el control del narcotráfico y de otras actividades ilegales durante más de 20 años.

El funcionario también denunció la explotación de recursos naturales por empresas extranjeras, entre ellas el turismo de lujo, la madera y la cría de lagartos. "Es importante que sepamos que estos lagartos son para el consumo del mercado internacional, hay algunos dirigentes que usan las autorizaciones que otorga el Viceministerio de Medio Ambiente para fines privados y no para la comunidad", afirmó.

Expuso que "todos los lagartos son cazados con autorización, pues hay planes de manejo para las comunidades, pero una buena parte de la carne se queda en la región y la otra parte sale al mercado de Trinidad y Santa Cruz. Pero la mayor parte de los cueros de los lagartos son objeto de monopolio en manos de cuatro empresas encargadas de la exportación al mercado internacional (...) los bolivianos no podemos beneficiarnos de los cinturones, carteras de cuero de lagarto".

En lo que refiere a la actividad de tala, el director de Ademaf explicó que se confirmó la presencia de la empresa Suri y la desmotandora Huanca Rodríguez. La primera realiza su actividad en 40 mil hectáreas para aprovechamiento forestal y la segunda tiene más de 30 mil, "es decir 70 mil hectáreas cerca del núcleo del Tipnis".