31 de mayo de 2012

¿QUE AÚN NO TIENES UNA COPIA DEL LIBRO "MÁS ALLÁ DEL DESARROLLO"?

El desarrollo es un concepto que en las últimas décadas ha logrado hegemonía, se convirtió prácticamente en un concepto de sentido común. Está simbólicamente ligado a una promesa de bienestar, de felicidad, de calidad de vida; pero al mismo tiempo, reduce esta calidad de vida a parámetros mercantiles de crecimiento económico y consumo. El desarrollo nos ata irremediablemente a un imaginario determinado, occidental y colonial, a herramientas tecnocrácticas, y a unas prácticas depredadoras de la Naturaleza que nos han llevado a los límites del planeta. A pesar de la importancia de los procesos de cambio encaminados en América Latina, estos no han logrado salir de la vieja matriz desarrollista y extractivista.

Es necesario más que nunca construir alternativas que salgan del patrón impuesto al Sur global en la división del trabajo que establece el mercado mundial, regido por lógicas neoliberales. Alternativas económicas pero también políticas e institucionales, para superar las contingencias inscritas en el Estado patriarcal, colonial y clasista. En la región andina, conceptos como el buen vivir o vivir bien, el Estado Plurinacional y los derechos de la Naturaleza, abren horizontes para este debate urgente.

En esta publicación del Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo, exploramos algunos de estos temas, así como las consecuencias de políticas extractivas, la incidencia de los movimientos sociales frente a éstas, y las posibles transciones más allá del desarrollo.
 


26 de mayo de 2012

La Guerrilla Arqueológica de Tusmare rescata patrimonio hatillano


"En la quebrada de Tusmare, tributaria del río Guaire, que discurre entre las filas de La Unión y Sabaneta, en el Municipio El Hatillo, se encuentra un patrimonio arqueológico asociado a la nación Mariche. Allí se ubican cuatro rocas con petroglifos de gran belleza y complejidad en su diseño y simbología; además de otros utensilios rupestres como pilones de piedra o metates, afiladores y morteros, entre otros. Hace más de 70 años el investigador catalán José María Cruxent, junto al grupo Ciencia y Natura, y la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, realizaron las exploraciones y levantamiento de esos yacimientos arqueológicos. El redescubrimiento de este lugar por parte de sus pobladores, nos escribe Ramón Medero, "da una idea de la dimensión y alcance social, cultural y político de esto que más que proyecto es un acto de justicia y reivindicación del pueblo con respecto al patrimonio histórico arqueológico que le pertenece".

De este modo inicia la reseña de los últimos eventos ocurridos en Tusmare acerca del rescate de su patrimonio arqueológico el integrante del Colectivo Cacique Tamanaco y la Milicia Bolivariana de El Hatillo, Ramón Medero.

15 de mayo de 2012

Jornadas "Energía, Ambiente y Sociedad:
una mirada desde
la Complejidad"
 

lunes 21 y martes 22 de mayo
9:00 am a 1:00 pm.

en el
Auditorio Andrés Bello del Instituto de Estudios Avanzados IDEA,

 Un espacio de reflexión e intercambio entre miembros de la comunidad científica y distintos actores asociados a temas de energía, ambiente, cambio climático y tecnologías ambientales en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas Río+20.

. Ejes temáticos:
  1. Lunes 21/05/2012. Transformar la matriz energética actual: ¿es necesaria una economía verde?
  2. Martes 22/05/2012. Desafíos para el desarrollo de tecnologías sustentables: trascender la economía verde
 
Ponentes Invitados

  • Miguel Freites, Director de Energía y Ambiente-Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), Venezuela.
  • José Ignacio Medina, Jefe de Proyectos de la Unidad de Energía y Cambio Climático. Fundación Chile, Chile (Video-Conferencia)
  • Edgar Leal, Gerencia de Gestión Ambiental-PDVSA, Venezuela.
  • Ramona Caraballo, Gerencia de Desarrollo Estratégico-PDVSA, Venezuela
  • Diego Griffon, PFG Agroecología-Universidad Bolivariana de Venezuela, Escuela Venezolana de Planificación, Venezuela.
  • Alex Fergusson, Laboratorio de Socio-Ecología, Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela, Venezuela.
  • Daniel Hernández, Programa de Economía Política-Universidad Bolivariana de Venezuela, Escuela Venezolana de Planificación, Venezuela.

14 de mayo de 2012

 JORNADAS DE DISCUSIÓN SOBRE RÍO+20.

DEL DESARROLLO SOSTENIBLE A LA ECONOMÍA VERDE. Alternativas a la crisis: ¿Gestión del capital natural o desmercantilización de la naturaleza?

Lugar: Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” (CELARG)
Fecha: Viernes 25 al sábado 26 de mayo de 2012
Hora: 8 am a 5 pm

Para Junio de 2012 está prevista la realización de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo “Rio+20”. El nombre Rio+20 se debe a que esta conferencia se realiza 20 años después de la primera cumbre de Medio ambiente y el Desarrollo (también conocida como Cumbre de la Tierra) realizada en Rio de Janeiro (Brasil). Sin embargo, a dos décadas de la Cumbre de la Tierra, la crisis ecológica se ha profundizado y forma parte de una crisis global que involucra aspectos sociales, económicos y políticos, nuevas guerras imperiales y políticas de saqueo. La idea del desarrollo sostenible, que marcó la orientación de lo sucedido en Río de Janeiro en 1992, ha servido para justificar los propósitos de dominación y explotación del poder hegemónico en detrimento de las grandes mayorías.

La alta jerarquía del orden establecido a escala planetaria (corporaciones multinacionales, gobiernos y cúpula burocrática internacional) preparan un escenario propicio para la consagración de la “Economía Verde” en “Río +20” como nuevo concepto y principio articulador de una estrategia de relanzamiento del capitalismo global (“capitalismo verde”). Es importante resaltar que bajo este engañoso nombre se encubre la idea de la completa mercantilización de la naturaleza. De esta manera el capitalismo intenta sortear el profundo impasse socio-ambiental en el que se encuentra la civilización dominante, pero lo hace sin cuestionar las razones de fondo que nos han conducido a la actual crisis.

Para discutir en profundidad, intercambiar ideas y proponer líneas de acción en relación a este tópico, el Eje de Ecología Social del Foro Social Mundial Temático Venezuela esta organizado unas jornadas de discusión con la participación de un grupo de panelistas nacionales e internacionales. En este sentido se realizarán mesas de trabajo con los asistentes y contaremos con ponencias de:

Camila Moreno (Brasil)
Carlos Walter Porto-Gonçalves (Brasil)
Silvia Ribeiro (Grupo ETC) – Vía Teleconferencia
Gustavo Fernández Colón (Venezuela)
Edgardo Lander (Venezuela)

13 de mayo de 2012

Siguen Muriendo las Perezas en la Plaza Bolivar de San Cristobal

Las condiciones de las osas perezosas son deplorables,
pese a ser una especie en peligro de extinción.
   Por tercera vez en menos de un mes, la población vuelve a ser testigo del abandono en el que se encuentran las  perezas de la Plaza Bolívar en San Cristóbal.
   Lo anterior fue así descrito por la Fundación Rescate Animal Venezuela con su campaña “Venezuela Unida Contra el Maltrato Animal”, que “rechaza de forma enérgica, la manera como está muriendo” dicha fauna, por cuanto “han pasado cartas y fotos a todos los entes encargados del resguardo de estos animales”, pero “solo la Guardia Ambiental se ha preocupado” y está en contacto con el grupo, aunque ya le ha comunicado “no tener los recursos para poder darle ayuda veterinaria”.
   De acuerdo a la información suministrada, los gastos están siendo costeados por la fundación, entendiendo que dos perezosas han muerto y una tercera sigue hospitalizada en la Clínica El Rancho (ubicada en la calle 16 N° 18-77), además que el animal está siendo atendido vía telefónica y a través de la web por un especialista desde un zoológico fuera del Táchira, quien llegará a San Cristóbal en las próximas hosasoras para intentar salvarle la vida a esta osa.
En el caso de las dos fallecidas, ya enviaron los informes médicos y las respectivas necropsias a los entes regentes ministeriales de Caracas, por lo que esperan definitivamente que tomen cartas en el asunto y las que quedan vivas en la Plaza Bolívar, sean trasladadas a un hábitat acorde.
   De la misma manera la fundación pide la colaboración en comida como mangos, acelgas, cambures y/o espinacas para “Dulce” -nombre con el que fue bautizada por sus médicos- la perezosa que aún tiene pronóstico reservado recluida en la veterinaria arriba descrita, teléfono 0276-3534093.
Para mayor información pueden contactar a la organización por el correo electrónico: fraven07@gmail.com; además ratifican que no están realizando ninguna rifa para recaudar fondos, sino que esperan las contribuciones del colectivo con el fin de pagar los honorarios médicos.
   Por último, recordaron que el domingo 20 de mayo desde las nueve de la mañana se desarrollará la “Gran Marcha contra el Maltrato Animal”, cuyo punto de partida será la Biblioteca Pública Leonardo Ruiz Pineda, rumbo a la Catedral de San Cristóbal.
Por: María Gabriela Duarte V.

11 de mayo de 2012

Adiós a las semillas: Senadores traidores a Chile y lacayos del Imperio

Entre cuatro paredes, sin consultar con la ciudadanía, senadores aprobaron vender todas las semillas chilenas a la empresa norteamericana Monsanto.


La noticia pasó inadvertida en medio de las movilizaciones contra el proyecto Hidroaysén, registradas en Santiago, Valparaíso y otras regiones del país. Ni la televisión ni las radios ni menos la prensa escrita informaron sobre esta decisión que dejó a muchos estupefactos pues en la práctica significa una fuerte pérdida de soberanía.

En palabras simples, con el “acuerdo” de los senadores, la empresa norteamericana Monsanto, conocida en todo el mundo por su elaboración de semillas transgénicas, será la dueña de todos nuestros vegetales, hortalizas, frutas y verduras, de aquí a un corto plazo. Esto, porque la empresa poseerá las patentes de todos los tipos de semilla que existan en el país, por lo tanto, como dueña de la marca “tomate chileno” podrá cobrar derechos a todos quienes cultiven tomate pues usaron sus semillas para hacerlo.

El asunto parece grave y muy grave. No se entiende cómo un grupo de senadores que supuestamente trabajan para el país, entregan a la venta algo tan sensible como las semillas: el inicio de toda la cadena alimenticia, de todo el ciclo, algo ancestral, que está en la tierra, y donde al menos culturalmente, reside gran parte de la escasa identidad que tenemos los chilenos como pueblo. Si lo pensamos en términos de soberanía, claramente el asunto constituye un mordisco importante a la bandera, el escudo y todo lo que se entiende por “patria”.

Cuando Chile aprobó su Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, el poeta Armando Uribe señaló tajante en una entrevista que con ese acuerdo “nuestro país desaparece como tal y pasa a ser una colonia norteamericana”. Lo acusaron de alarmista, de loco, pero jurídicamente, Uribe – abogado de amplia trayectoria, experto en derecho minero – tenía toda la razón. Una de las cláusulas más importantes del TLC es que Chile no puede cambiar las “reglas del juego”, entiéndase, el capitalismo desregulado o neoliberalismo. Por lo tanto, las autoridades políticas chilenas están obligadas a responder a los requerimientos de las empresas norteamericanas, que llegan a “invertir” acompañadas de su embajador y el TLC bajo el brazo. No hay forma de impedirlo, y eso significa que un país ya no es soberano, ya no se manda solo: es una colonia dependiente.
En este caso de las semillas, también, justamente, los defensores del proyecto aludieron a los Tratados de Libre Comercio suscritos por Chile con Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, argumentando que estábamos obligados a firmar el convenio citado. ¿Para quién trabajan esos senadores? O hilando más fino, ¿quién financia sus campañas?

Más claro echarle agua, los gringos se compraron Chile y ahora la estamos viendo bien fea, arrasarán la Patagonia, desaparecerá Isla Riesco, nos quitaron las semillas, el campo y dentro de poco, el agua. ¿Qué nos va a quedar? Con una institucionalidad desaparecida, arrasada por el poder económico, sólo queda dar paso a una mera administración de los costos sociales del modelo de libre mercado, y seguir siendo una economía exportadora de materias primas.
Mucha gente se pregunta entonces ¿cuál es la diferencia entre esta democracia y la dictadura de los ’70 y ’80? Antes no opinábamos, ahora tampoco. El país se vende entero y a nosotros ni nos preguntan, pues nuestra constitución no considera el plebiscito como herramienta democrática. Aunque con el famoso TLC, aunque hubiera plebiscito, no valdría nada pues “no se pueden cambiar las reglas del juego”. ¿O quieren hacer enojar a EE.UU.?

Así que ya lo sabe, si tiene semillas de algo, guárdelas como recuerdo, y ojo porque ahora Monsanto es el dueño de la tierra, y quien quiera cultivar en grande o en chico tendrá que comprarles a ellos las semillas o atenerse a las consecuencias: llega a tu casa la PDI, te confisca toda la cosecha, los cultivos y las plantaciones, te esposan y te acusan de ladrón, porque la semilla que usaste no es tuya, tiene dueño. Y es norteamericano.

Los senadores que votaron a favor de la venta de las semillas chilenas a Monsanto fueron: Carlos Cantero (Antofagasta, Independiente); los UDI Juan Antonio Coloma y Hernán Larraín (ambos de Maule), Pablo Longueira y Jovino Novoa (ambos de Santiago) y Jaime Orpis (Tarapacá); los RN Francisco Chahuán (Valparaíso), José García y Alberto Espina (ambos de Araucanía), Carlos Kuschel (Región de Los Lagos), Carlos Larraín (Valdivia), Baldo Prokurica (Atacama); y el PPD Eugenio Tuma (Araucanía). La cómoda abstención estuvo a cargo de los PS Camilo Escalona (Los Lagos) y Juan Pablo Letelier (O’Higgins), junto a los DC Hossain Sabag (BioBio), Patricio Walker (Aysén) y Andrés Zaldívar (Maule) y Antonio Horvath (Aysén RN). En contra: Ximena Rincón (Maule) y Jorge Pizarro (Coquimbo), ambos del PDC, junto a José Antonio Gómez (Antofagasta, PR), Alejandro Navarro (BioBio, MAS), y Jaime Quintana (Araucanía, PPD).

Lo que estos senadores acaban de aprobar es el Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales, UPOV 91.

La Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales, UPOV, es una organización propiciada por las transnacionales comercializadoras de semillas y respaldada por los gobiernos, de la que Chile es parte. En los primeros años producían híbridos y hoy también transgénicos. Entre ellas están las empresas Monsanto –que controla más del 90% del mercado de la semilla transgénica- Syngenta, Bayer, y Dupont/Pioneer. Las ventas de semillas y plaguicidas les reportan enormes ganancias a costa de la destrucción de la agricultura campesina, remplazada por la agroindustria y los monocultivos de semillas transgénicas. El precio de los alimentos, según FAO, se encuentra actualmente en los niveles más altos de la historia.

El Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (Convenio UPOV) ha sido modificado en tres oportunidades: 1972, 1978 y 1991. En Chile, el exitoso lobby empresarial para que nuestro país, firmante de UPOV 78, adhiriese a UPOV 91, fue encabezado por Monsanto a través de ChileBio con el apoyo de ANPROS (la asociación gremial de productores de semilla transgénica de exportación) y del Diario Financiero, virtual vocero del negocio de exportación de semilla transgénica. El gobierno y senado chileno finalmente se rindieron a la presión adicional del Presidente Obama, cercano a Monsanto, quien traía en su agenda de visita a Chile, el tema del respeto a la propiedad intelectual.
Fuente: www.cavila.cl

10 de mayo de 2012

Semillas del imperio


ALAI AMLATINA, 09/05/2012.-

Puede ser difícil de creer, pero los únicos cultivos de importancia económica oriundos de Norteamérica son el girasol, la cereza azul (blueberry), arándano agrio (cranberry) y la alcachofa (es cierto que los pueblos originarios del continente cultivaban maíz, papa y frijol, pero éstos venían de Centro y Suramérica). Todos los demás cultivos, como el arroz, el trigo y la soya, fueron importados de otros lares. Sobre esa enorme tarea de importación de materia vegetal, que tomó lugar a lo largo de dos siglos, se fundamenta el progreso industrial de Estados Unidos. No en balde, en el emblema del Departamento de Agricultura de EEUU, fundado en 1862, dice "La agricultura es la base de la manufactura y el comercio". Y dijo una vez Tomás Jefferson que "el mayor servicio que se le puede dar a cualquier país es añadir una planta útil a su cultura."

Uno de los principales colaboradores en la obtención de semillas de la joven nación norteamericana fue su fuerza naval. Entre 1838 y 1842 el barco del comandante Charles Wilkes recorrió el Pacífico con órdenes de conseguir nuevas plantas agrícolas, y para 1848 las naves del escuadrón de las Indias Orientales regularmente recolectaban plantas.

Cuenta el profesor Jack Kloppenburg, de la Universidad de Wisconsin, en su libro First the Seed:

"La expedición naval de Perry en 1853 es mejor conocida por forzar la apertura de las bahías de Japón al comercio con Estados Unidos. Las naves bélicas de Perry también llevaron a casa una tremenda variedad de semillas y materiales de plantas obtenidos de Japón, China, Java, Mauritius y Suráfrica. Los frutos genéticos de esta aventura imperial incluyeron semillas o cortes de vegetales, cebada, arroz, frijoles, algodón, caquis, mandarinas, rosas y 'tres barriles del mejor trigo de Cape Town' (Suráfrica). Otras expediciones enviaron plantas de Suramérica, el Mediterráneo y el Caribe."

El cuerpo diplomático también puso de su parte. Cónsules enviaron trigo de Polonia, Turquía y Argelia, centeno de Francia, sorgo de China, algodón de Calcutta y Ciudad México, pimientos y maíz de Perú, y arroz de Tokío.

La entrada de todo este variadísimo germoplasma fue lo que hizo posible la colonización europea de Norteamérica y su despegue industrial. El cultivo de arroz en Carolina del Sur se debe a la introducción de una variedad de Madagascar al final del siglo XVIII. En Kansas y Texas el cultivo de sorgo se hizo viable gracias a muestras de China y África. La industria cítrica de California le debe mucho a semillas brasileñas traídas por un cónsul en 1871. Y la ganadería yanqui, legendaria en el mundo entero, le debe su éxito en gran parte a la introducción del pasto japonés lespedeza, la alfalfa rusa, y la hierba Johnson de África.

No es solamente la introducción de especies, sino también la introducción de numerosas variedades de la misma especie, que incrementan la biodiversidad e introducen rasgos beneficiosos al cultivo. Una variedad turca de trigo otorgó a la cosecha estadounidense resistencia a la roya amarilla (el hongo Puccinia striiformis), lo cual se estima que ahorra $50 millones al año en control de plagas. De la India se introdujo una variedad de sorgo resistente a áfidos que brinda beneficios anuales estimados en $12 millones. La revista New Scientist reportó en 1983 que los sembradores de cebada estadounidenses se ahorran $150 millones al año gracias a un gen aportado por una variedad etíope. Según el célebre profesor de botánica y recolector de plantas Hugh Iltis, el beneficio al cultivo de tomates de EEUU brindado por la introducción de variedades peruanas con un alto contenido sólido es de $5 millones al año. La Universidad de Illinois desarrolló variedades de soya que podrían estarle ahorrando a los agricultores entre $100 y $500 millones anualmente en costos de procesamiento, y la materia prima genética que se utilizó en su desarrollo vino de variedades de soya de Corea. La producción de trigo de Estados Unidos, la tercera mayor del mundo, se ha beneficiado de la introducción de variedades traídas de Japón, China, Rusia, Palestina, Australia, Kenya, Egipto, Etiopía, Bulgaria, Grecia, Brasil y Uruguay. Irán ha aportado a EEUU valiosas variedades de coliflor, cebolla, guisante y espinaca.

Sin estas introducciones vegetales, no hubiera sido posible alimentar en el territorio estadounidense a más de 300 millones de personas, ni ese país tendría hoy un excedente de granos y lácteos sin precedente histórico. Efectivamente, los principales problemas de la producción agraria estadounidense de hoy no se deben a la falta de productividad sino a la sobreproducción.

Estados Unidos se apropió de toda esta exuberante diversidad de semillas agrícolas gratuitamente, sin compensación o reconocimiento alguno a los pueblos que pasaron siglos y hasta milenios desarrollando y perfeccionando estos cultivos. Esta apropiación se legitimó con el argumento de que las semillas son patrimonio de la humanidad. Pero cuando se le ha pedido a esa nación que comparta su tesoro, otro ha sido su cantar. En una carta del administrador del Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos (ARS) a la Junta Internacional de Recursos Fitogenéticos (IBPGR) escrita en 1977, éste expresa claramente que tras adquirir las semillas, éstas pasan a ser propiedad del gobierno de Estados Unidos. Dicho de otro modo, "lo que es tuyo es mío, y lo que es mío es mío". El gobierno estadounidense hace estas muestras disponibles a investigadores del mundo entero, pero se reserva el derecho a negar acceso en base a "consideraciones políticas". En 1983 el estudioso canadiense Pat Mooney, fundador del Grupo ETC, reportó que EEUU había negado acceso a sus colecciones de semillas a investigadores de Albania, Cuba, Irán, Libia, la Unión Soviética, Afganistán y Nicaragua.

En la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, las naciones miembros de las Naciones Unidas firmaron la Convención de Biodiversidad, un acuerdo mundial en el que se pretendía, entre otras cosas, repartir equitativamente los beneficios de la biodiversidad. Estados Unidos se opuso terminantemente a firmar el acuerdo, argumentando que la mano invisible del libre mercado es la que debe repartir esos beneficios. En otras palabras, la biodiversidad al mejor postor.

La apropiación de la biodiversidad llegó a un nuevo nivel de sofisticación en la posguerra fría con la novedosa modalidad del imperialismo conocida como globalización. En la década de los 80, Estados Unidos y sus aliados empujaron una ronda de negociaciones de comercio global conocida como la Ronda de Uruguay, la cual incluía un nefasto tratado de propiedades intelectuales (TRIPS, por sus siglas en inglés) que viabiliza la privatización de la biodiversidad mediante patentes sobre la vida. La contenciosa Ronda de Uruguay, culminada en 1994, llevó a la fundación de la antidemocrática Organización Mundial de Comercio, la cual tiene poderes vinculantes para hacer cumplir las reglas neoliberales del comercio global, incluyendo las provisiones sobre propiedad intelectual. El acuerdo TRIPS es el modelo utilizado en los numerosos tratados bilaterales de comercio, en los cuales los países ricos en biodiversidad, en particular Centro y Suramérica, son sujetos a reglas de propiedad intelectual que les obligan a permitir que entren extranjeros a patentar las semillas agrícolas y otros patrimonios genéticos.

Ahora, en el conteo regresivo hacia la conferencia Río + 20 de las Naciones Unidas, a celebrarse en Brasil el próximo mes de junio, las transnacionales de las ciencias de la vida, que en última instancia han recibido el grueso de los beneficios de siglos de apropiación imperial de las semillas, se presentan como paladines del desarrollo sustentable. Esta vez impulsan una rimbombante propuesta de “economía verde”, que involucra, entre otras cosas, el transicionar de una economía basada en el petróleo a una basada en la “biomasa”.

Pero es más de lo mismo. El capital nunca está satisfecho. Siempre quiere más, y esta vez va por todo lo que queda del planeta.

“Los mayores depósitos de biomasa terrestre y acuática están ubicados en el Sur global donde campesinos, pastores, pescadores y comunidades forestales los cuidan y basan su existencia en esa naturaleza natural y cultivada, ahora llamada genéricamente 'biomasa'”, advierte el Grupo ETC. “Esta nueva 'bioeconomía' desatará el mayor acaparamiento de recursos visto en más de 500 años. Los nuevos 'amos de la biomasa' corporativos tienen las condiciones tecnológicas para mercantilizar la naturaleza en una escala sin precedente, con la consecuente destrucción de la biodiversidad y la expulsión de los pueblos cuyo sustento depende de ésta.”

“Muchos de los promotores de la bioeconomía no sólo dominan los sectores industriales desde sus nuevas asociaciones para explotar en términos 'verdes' la biomasa aún no mercantilizada, sino que claman por mecanismos de mercado para cuantificar y comercializar los procesos naturales de la Tierra, rebautizados ahora como 'servicios ambientales' (por ejemplo, los ciclos del carbón, de los nutrientes del suelo y del agua). Las compañías ya no están satisfechas sólo con el control del material genético de las semillas, las plantas, los animales, los microbios y los seres humanos (es decir, todos los seres vivientes): anhelan el control de la capacidad reproductiva del planeta.”

(
http://www.grain.org/es/article/entries/4494-corporaciones-y-tecnologia-en-la-economia-verde)

Pero hay resistencia, siempre la hubo. Las múltiples y variadísimas culturas que se aferran a la ruralía y al agro, los movimientos insurgentes y contestatarios, guerreras anti-patriarcales, campesinas custodias de semillas, sindicalistas, desempleados, defensores de los ámbitos comunes, indignados, Wikilikeadores, hackers anónimos, jóvenes jorobados por el desempleo y préstamos estudiantiles, o simplemente gente encabronada con buena razón para estarlo, todos continuamente aparecen y reaparecen, pese a los más dedicados esfuerzos de los gendarmes del sistema en reprimirlos, ningunearlos y declararlos fuera de orden.

Dice una declaración conjunta de los movimientos sociales camino a Río + 20:

“Frente a la enorme fiesta de las falsas soluciones que están preparando para Río+20 las grandes corporaciones, los bancos y entidades financieras internacionales y los gobiernos cómplices, con el fin de consolidar un capitalismo reverdecido como única respuesta ante las múltiples crisis por ellos mismos desatadas —crisis económica, ecológica, alimentaria, energética, democrática, climática, de derechos, de género, en fin, crisis civilizatoria—, la Cumbre de los Pueblos tendrá el desafío de hilvanar y visibilizar las verdaderas soluciones que desde los pueblos se vienen construyendo, en el campo, en los bosques, en las fábricas, en las comunidades, los barrios, las escuelas y demás lugares de trabajo y de convivencia.”

“Convocamos entonces a involucrarnos en este proceso y a movilizarnos en cada lugar camino a Río+20, impulsando campañas e iniciativas de debate y formación, de ampliación de plataformas de estrategia y acción conjunta, de coordinación y apoyo solidario entre las luchas concretas y las demandas aglutinadoras.”
______________________________________
Fuente: Agencia Latinoamericana de Informacion
Autor: Carmelo Ruiz Marrero
http://carmeloruiz.blogspot.com/

8 de mayo de 2012

Neocolonización y latifundio foráneo: Países ricos se apropian 83,2 millones de hectáreas en el sur para producir su comida