5 de diciembre de 2011

Durban y el futuro de Kyoto



En Durban, Suráfrica se celebra la 17 Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC).  Esta cita podría marcar el fin del Protocolo de Kyoto, una ambición de los países industrializados, principales responsables históricos de la calamidad que hoy nos afecta a todos, y quienes han visto en el Protocolo de Kyoto, un freno a la expansión y el crecimiento ilimitado de un modelo económico en crisis y a todas luces caduco.

Es importante comenzar por aclarar que el Protocolo de Kyoto no tiene fecha de vencimiento tal como se nos ha hecho creer a través de diversos medios de comunicación; simplemente lo que esta en negociación es el establecimiento de un segundo período de compromisos que obligaría a los industrializados a reducir sus emisiones de Gases con Efecto Invernadero (GEI) y por lo tanto, a imponer cambios en su modelo económico depredador y consumista.

Sabemos que el Protocolo de Kyoto no es una panacea. Aunque casi todos los miembros de Naciones Unidas acordaron su creación en 1997, no fue hasta 2005 que entrara en funcionamiento debido a la falta de compromiso político de los países industrializados. Sin embargo, su entrada en vigor tampoco representó una reducción de los niveles de emisiones, por el contrario, desde entonces se han incrementado las emisiones, llegando a niveles críticos que amenazan la vida en el planeta.  

El primer período de compromisos se inició en 2005 y culmina este diciembre. No establecer un 2° período de compromisos ha sido la estrategia de los países industrializados para dejar sin efecto una ley que los desfavorece económicamente. Sin embargo, aunque desean abandonar sus responsabilidades, han maniobrado políticamente para seguir disfrutando de las ventajas del Protocolo de Kyoto, entre ellas, los “Mecanismos de Desarrollo Limpio” que les permite a las corporaciones sacar jugosos provechos económicos de iniciativas que en su mayoría no contribuyen a solventar el problema. 

Hoy, en medio de una crisis financiera global, los nuevos actores económicos pudieran influenciar el futuro de la UNFCCC. China, India, Surafrica y Brasil no tienen responsabilidades en Kyoto, porque aunque hoy en día son grandes contaminantes, no lo eran para la fecha en que se acordó el Protocolo. Sin embargo, su rápido crecimiento económico no solo les acarrea una responsabilidad, la cual reconocen; sino que además les otorga un poder de negociación y una enorme capacidad de cambiar, no solo el marco jurídico climático, sino también el orden económico mundial.

Mientras EEUU (mayor responsable histórico del Cambio Climático) pide que todos los países, inclusive los más pobres asuman responsabilidades económicas por el problema que ellos causaron; China, anunció públicamente las condiciones que ellos ponen para adoptar un nuevo acuerdo jurídico que sustituya al Protocolo de Kyoto a partir de 2020.

César Aponte Rivero

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