12 de junio de 2012


Una agenda para salvar la Madre Tierra

Luis Britto García




 
Ponencia presentada ante el IX Encontro Internacional de Intelectuais e Artistas em Defesa da Humanidade - Capitulo Brasileiro.
 


Todos lo sabemos: asesinan a nuestra Madre Tierra ¿Haremos algo para evitarlo? El daño es reversible, la muerte no. Ciudadanos, movimientos sociales, partidos, instituciones académicas, redes de comunicación alternativa debemos presionar democrática y conjuntamente para que los Estados hagan realidad estas propuestas en el orden interno e internacional:
 
 
PARA UNA ECOLOGÍA ECOLÓGICA:
 
-Declarar la propiedad social sobre los recursos naturales.
 
-Realizar un censo total de los recursos naturales disponibles, con estimaciones sobre su duración a las tasas de explotación actuales o calculables para un futuro previsible.
 
-Vetar los intentos de apropiación sobre las aguas, los humedales, los ríos, lagos, lagunas y demás yacimientos de agua dulce.
 
-Limitar dentro de parámetros sostenibles y sustentables la explotación de los océanos y la contaminación que se les inflige.
 
-Vetar las adquisiciones masivas y monopólicas de tierras y de naturaleza que realizan las transnacionales en los países en vías de desarrollo.
 
-Priorizar la agricultura de alimentos humanos por sobre la de alimentos para animales y agrocombustibles.
 
-Considerar para todas las políticas y medidas ambientales a nivel planetario el bienestar y la supervivencia de la mayoría de los seres humanos y de las especies del planeta, y no sólo el de la minoría de los habitantes de los países desarrollados más contaminantes.
 
 PARA UNA ECOLOGÍA SOCIAL:
 
-Proscribir las actividades laborales destructivas del ambiente.
 
-Proscribir las actividades laborales nocivas para la salud y la vida de los trabajadores.
 
-Fijar límites razonables a la concentración urbana.
 
-Aplicar intensivamente las técnicas informáticas al trabajo de administración que se realiza en las ciudades, de modo que éste se pueda efectuar a distancia, evitando así el despilfarro de energía en el cotidiano transporte de multitudes de la periferia al centro y viceversa.
 
-Desarrollar técnicas de medición y auditabilidad de la actividad económica que privilegien indicadores tales como el de la calidad de la vida, longevidad, estado de salud y preservación ambiental sobre meros indicadores del resultado financiero de la explotación, tales como el Producto Interno Bruto.
 
-Proscribir técnicas de tercerización laboral tales como la maquila, la contratación a destajo sin obligaciones patronales y la imposición de condiciones laborales inferiores mediante regímenes discriminatorios contra inmigrados o grupos étnicos, sociales o religiosos.
 
-Reconocer que forman parte del proceso productivo actividades tales como la reproducción humana, la socialización de los niños y las relaciones comunitarias familiares y sociales, hacer evidente su peso e influencia en la economía y protegerlos, estimularlos y recompensarlos en proporción a él.
 
PARA UNA ECOLOGÍA ECONÓMICA:
 
-Privilegiar la noción de valor de uso sobre la de valor de cambio.
 
-Orientar los procesos productivos hacia la satisfacción de necesidades básicas y perdurables y no hacia el consumismo, la obsolescencia planeada y el derroche.
 
-Orientar los procesos productivos hacia la satisfacción de la demanda absoluta de todos aquellos que tienen necesidad de bienes de consumo básico, y no sólo hacia la satisfacción de la demanda relativa de quienes disponen de medios para costearlos.
 
-Descartar el paradigma del desarrollo fundado en la obtención del mayor beneficio empresarial al más corto plazo a expensas de la mayor explotación del Trabajo y de la Naturaleza.
 
-Promover la progresiva sustitución de las tecnologías fundadas en el consumo de energías no renovables y contaminantes por las basadas en el consumo de energías renovables y limpias.
 
-Establecer rigurosos controles de calidad y de precios sobre los bienes que implican una intensiva aplicación de recursos ambientales, tales como los alimentos.
 
-Instaurar rigurosas limitaciones y controles sobre la propaganda y la promoción del consumo de bienes superfluos, destinados a satisfacer falsas necesidades o dañinos para la salud y el ambiente.
 
-Fijar límites razonables al crecimiento urbano y promover políticas de desconcentración de las ciudades y de movimiento de la información en lugar de movimiento de vehículos y personas.
 
-Condenar el control del comercio mundial por las transnacionales y la imposición por la Organización Mundial del Comercio (OMC) de acuerdos que legitiman la desigualdad y la exclusión e impiden el ejercicio de políticas públicas soberanas, lo cual repercute en detrimento del intercambio comercial más justo y de la preservación del medio ambiente.
 
PARA UNA ECOLOGÍA POLÍTICA:
 
-Restablecer la plena soberanía de los Estados nacionales en el control democrático sobre el uso, protección y preservación de los recursos ambientales de sus países.
-Hacer prevalecer las decisiones públicas adoptadas democráticamente por sobre los intereses particulares y excluyentes de propietarios, oligarquías y grupos sociales.
 
-Reconocer el Derecho al Ambiente y a la protección de la naturaleza como uno de los Derechos Humanos fundamentales e inherentes al ser humano.
 
-Desarrollar una legislación que categorice tanto a empresas como empresarios y auxiliares de éstos como potenciales violadores de los derechos humanos, pasibles de plena responsabilidad civil, administrativa y penal.
 
-Desarrollar normativas que atribuyan competencia a los Estados para cuantificar los daños ecológicos causados por empresas y personas, exigir responsabilidad por ellos y obtener las indemnizaciones procedentes en nombre de la comunidad y en beneficio de ella.
 
PARA UNA ECOLOGÍA INTERNACIONAL:
 
-Verificar el cumplimiento real de los tratados relativos al medio ambiente por los diferentes países.
 
-Ejercer el derecho soberano de denuncia de tratados, acuerdos y compromisos cuya aplicación pudiere traducirse en daños al ambiente.
 
-Rechazar los acuerdos que autorizan a los países desarrollados a contaminar y destruir el ambiente a cambio de la paralización de las economías de los países en vías de desarrollo.
 
-Denunciar los tratados y acuerdos que limiten, impidan o proscriban las competencias soberanas de los Estados para preservar el medio ambiente.
 
-Sancionar normas que obliguen a las Organizaciones No Gubernamentales a declarar sus fuentes de financiamiento.
 
-Promover mecanismos y organizaciones de integración regional para áreas con recursos y problemas ambientales comunes.
 
-Desarrollar programas conjuntos de preservación ambiental en cuyo costo deben colaborar los distintos países en proporción a sus respectivas responsabilidades en la depredación y contaminación del planeta.
 
PARA UNA ECOLOGÍA DE LA DEFENSA:
 
-Promover la reducción de los gastos militares y la aplicación de las sumas ahorradas a la satisfacción de las carencias sociales.
 
-Denunciar ante los organismos internacionales las agresiones militares encaminadas al saqueo de recursos y bienes ambientales; promover tratados internacionales que las penalicen y declaren que no crean derechos salvo el de las víctimas a ser indemnizadas, y constituir alianzas defensivas contra ellas.
 
-Promover la sanción de tratados y normas internas que establezcan indemnizaciones por las masivas transferencias o destrucciones de recursos naturales efectuadas bajo la amenaza, la perpetración o como consecuencia de operaciones bélicas.
 
-Sancionar normativas que declaren delitos de lesa humanidad los ejecutados contra personas o comunidades mediante la destrucción masiva, la alteración o la contaminación de sus ecosistemas ejecutada con el pretexto de operaciones bélicas.
 
PARA UNA ECOLOGÍA CULTURAL:
 
-Incluir la formación sobre cuestiones ambientales y ecológicas en todos los niveles de la educación.
 
-Establecer para todos los medios de comunicación la obligación de dedicar cuotas de su espacio y programación a las cuestiones ambientales.
 
-Promover el cambio de los paradigmas de conducta social basados en la competencia suma cero por los basados en la cooperación.
 
-Privilegiar los enfoques holísticos y multidisciplinarios en el examen de todos los problemas y de las políticas para resolverlos.
 
-Atribuir competencia a los Estados para declarar de propiedad pública las patentes, tecnologías o procedimientos indispensables para la supervivencia y el bienestar de los pueblos.
 
-Prohibir las patentes y la propiedad intelectual sobre organismos vivientes.
 
-Proscribir el uso de patentes sobre procedimientos industriales o biológicos susceptibles de dañar el medio ambiente.
 
-Revisar y modificar el sistema de propiedad intelectual, a fin de hacer posible la transferencia de tecnologías y conocimientos prácticos ambientalmente aceptables, y el acceso a ellos por los países en vías de desarrollo.
 
-Restringir o vetar la publicidad de bienes cuya producción requiera o implique daños ambientales.
 
-Restringir o vetar la publicidad de bienes que incite a la contaminación, al consumismo, al derroche o a la obsolescencia planificada.
 
-Someter la aplicación de nuevas tecnologías, y sobre todo las relativas a seres vivientes, a licencias que sólo serán otorgadas tras minucioso y detenido examen de sus repercusiones ambientales.
 
-Requerir de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) de Naciones Unidas que promueva un cambio de paradigma en la investigación científica internacional, a fin de que ésta fomente la indispensable colaboración, la investigación coordinada y la difusión y aplicación de sus resultados a favor del bienestar ambiental por encima de las consideraciones de lucro mercado.
 
-Exigir de la OMPI que se haga posible y accesible para todos los países la aplicación de las tecnologías, patentes y estudios relativos a la aplicación de fuentes energéticas renovables y no contaminantes y de medidas destinadas a desacelerar y detener el cambio climático.
 
 
 
Libros de Luis Britto en Internet:
Dictadura mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve
 


11 de junio de 2012

Lea la magistral disertación de Luis Britto García sobre la nueva arremetida del capital.


AUNQUE EL IMPERIALISMO SE VISTA DE SEDA





1
El problema de la ecología no es sólo ecológico. Si algo nos enseña la Teoría General de los Sistemas, es que todos los elementos de un sistema interactúan entre sí. La ecología no es un mero problema de gases, fluidos y especies: es un problema de la acción coercitiva de los cuerpos políticos sobre el medio humano que a su vez opera sobre el medio ambiente. No hay mejora ecológica sin mejora política.


2
La acción humana sobre la Ecología parece regida hasta el presente por una lógica matemática que es a la vez paradigma cultural, el de la Teoría de los Juegos. Una variante de ésta se ocupa de los llamados Juegos Suma Cero, en los cuales la ganancia de una parte se hace a costa de la pérdida de las otras, sistematizados por Oskar Morgenstein y John von Neuman en 1944 en su libro The Theory of Games and Economic Behavior (Heims, Steve J.: J. von Neuman y N. Wiener (1 y 2); Salvat Editores, Barcelona 1986). En el modelo matemático del capitalismo, una de las tres fuerzas productivas, el Capital, se alimenta de la explotación y el desgaste de las restantes: la Naturaleza y el Trabajo, y desplaza hacia éstas todas las consecuencias nefastas del proceso productivo. El capital de las grandes potencias logra tales objetivos en estrecha complicidad con el Estado, al tiempo que pretende que los Estados de los países periféricos se abstengan de toda intervención económica.


3
Así, el gran capital, mientras se coliga con el poder público del Estado, intenta desplazar la gestión de las restantes fuerzas de producción hacia la esfera de lo privado. Por ello pretende que la defensa del Trabajo esté esencialmente en manos de asociaciones privadas, como los sindicatos; y postula que la gestión de la Naturaleza debe depender también esencialmente de entes privados: las grandes empresas transnacionales, las minorías étnicas, y las Organizaciones No Gubernamentales Ecológicas, con gran frecuencia financiadas por las primeras. La llamada Green Economy, a pesar de algunas de sus postulaciones sensatas, predica que la naturaleza debe ser sometida al juego de un mercado que a su vez está dominado por el gran Capital. Como bien denuncia el “Grupo de articulación internacional de la Cumbre de los Pueblos por Justicia Social y Ambiental” en su manifiesto de 12 de mayo de 2012 en Río de Janeiro: “El fallido modelo económico, ahora disfrazado de verde, pretende someter todos los ciclos vitales de la naturaleza a las reglas del mercado y al dominio de la tecnología, la privatización y mercantilización de la naturaleza y sus funciones, así como de los conocimientos tradicionales, aumentando los mercados financieros especulativos a través de mercados de carbono, de servicios ambientales, de compensaciones por biodiversidad y el mecanismo REDD+ (Reducción de emisiones por deforestación evitada y degradación de bosques)”. 


4
Examinemos el comportamiento de esta alianza entre Capital y Estado en el primer actor ecológico del mundo. Estados Unidos cuenta no más del 4% de la población mundial, devora 25% de la energía fósil del planeta y es el mayor emisor de gases contaminantes. El Project New American Century postula que dicho país debe aprovechar sus ventajas acumuladas para continuar siendo la potencia hegemónica del siglo XXI, para lo cual debe seguir un plan de incremento de su poderío militar a fin de no comprometer el nivel de vida de su población (http://www. Newamericancentury). La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos postula el uso sistemático de la fuerza incluso en ataques “preventivos”, con o sin el apoyo de la comunidad internacional (Bush, George: “The National Security Strategy of the United States of America”, Washington, 17-9- 2002, www.whitehouse.gov/nsc//.html). No por casualidad la potencia norteña gasta por sí sola en armamentos más que el conjunto de los otros países. Paralelamente, el Plan de Guerra de Bill Clinton proponía con respecto a América Latina una reconquista política, militar y económica mediante el ALCA, especie de Tratado de Libre Comercio continental que pretendía prohibir medidas proteccionistas del ambiente, y la apropiación de la Amazonia (Dieterich, Heinz: La integración militar del Bloque de Poder Latinoamericano, Instituto Municipal de Publicaciones, Caracas 2004, 49). En orden ejecutiva de 16 de marzo de 2012, el presidente Barack Obama declara materias atinentes a la seguridad nacional lo relativo a la energía, los recursos hídricos, los alimentos, la producción agrícola, el trabajo y todo tipo de tecnologías y suministros, incluidos materiales de construcción; y se atribuye competencias y facultades para mantener la provisión adecuada de ellos para los requerimientos de la Defensa Nacional (www.whitehouse.gov/nsc//.html). La mayor potencia militar del mundo pretende asegurarse la ilimitada disposición de la Naturaleza del planeta mediante el poder estatal y la agresión ilimitada. 


5
A partir de estas premisas, se entiende que conductas como la negativa conjunta de Estados Unidos y Canadá a suscribir el protocolo de Kyoto no son decisiones ecológicas, sino políticas. A ambos Estados les importa un comino que el mundo se ahogue en gases de invernadero, mientras sus ciudadanos puedan disfrutar de una sociedad de consumo fundada en el derroche de combustible en automóviles individuales. Igual política anima a las demás potencias que suscriben el Protocolo, pero limitan la reducción de sus emisiones mediante “acuerdos de flexibilización”. Si los principales contaminadores del mundo se niegan a reducir sus emisiones, ¿quién deberá hacerlo? Se impone tal obligación a los países emergentes, a fin de que sus economías no puedan competir con las hegemónicas. 


6
Para desplazar la responsabilidad por la pureza de la atmósfera a los países que menos la contaminan, los 190 países reunidos a fin de 2008 en la conferencia sobre el clima en Poznan prometen la creación de un “cofre dorado” de créditos de carbono, para que comunidades rurales pobres reciban subsidios como guardianas de tierras y bosques. En dicha conferencia se acordó asimismo un esquema de pagos por la preservación de bosques, llamado Iniciativa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD, en inglés). Según él, los países más ricos se comprometerían a compensar la contaminación ambiental que generan, pagando por mantener y reforestar selvas tropicales. En dicho fondo se incluyen catorce naciones, cinco de ellas de América Latina: Bolivia, Costa Rica, Guyana, México y Panamá (Kaldrmakis, de Posmas, Sofía: “Mercadeando el carbono”, Panorama de las Américas,Panamá, febrero 2009, 130). Dichos aportes, obviamente, no se entregan sin condiciones: éstas pueden comprender restricciones para el uso por cada país de sus bosques tropicales, o derechos sobre la biodiversidad, los cauces hídricos y otros bienes naturales. Además, harían depender la preservación de los bosques de la eventual fijación de un “precio internacional por las emisiones de carbono”, todavía no acordado, sujeto a fluctuaciones mercantiles y a complejas mediciones. Obsérvese por otra parte que los créditos aparentemente serían otorgados a “comunidades rurales pobres” y no a los Estados que representan la totalidad del país: la responsabilidad por la preservación de los recursos naturales se desplazaría así, no a los Estados del Tercer Mundo, sino a grupos sociales específicos dentro de ellos. Sería preferible que los países que poseen bosques tropicales gerenciaran por sí mismos sus propias políticas de conservación. La protección de los bosques como compensación por las emisiones de gases de efecto invernadero es, por otra parte, una cuestión compleja, que involucra infinidad de aspectos biológicos, sociales, económicos, políticos y culturales, y que no debería depender de un mero sistema de mercado (www.carbonfinance.org). El presidente de Ecuador Rafael Correa rechazó en 2010 un acuerdo de tal naturaleza, por considerar que sus cláusulas eran deprimentes y contrarias a la soberanía de su país.


7
El agua es vida: privatizarla es privatizar la existencia. El Capital avanza una campaña mundial por la apropiación de las aguas y de los servicios de acueductos. Algunas organizaciones no gubernamentales han librado gloriosas batallas por preservar el derecho humano al vital líquido, tales como la Guerra del Agua de Cochabamba. Pero quienes en definitiva han recuperado el control de aguas y acueductos en Venezuela, Bolivia, Argentina, Ecuador y otros países han sido los Estados, al prohibir la privatización de las fuentes de dicho líquido y renacionalizar acueductos. 


8
El capital se concentra en un número cada vez menor de manos: los alimentos también. Una docena de transnacionales y 36 filiales interconectadas dominan su producción y mercadeo mundial. Integran el cartel Anglo-Holandés-Suizo: doce de ellas están asociadas al cartel de Windsor, de la casa reinante inglesa; las demás en su mayoría están vinculadas a otras cinco casas reales. Apenas dos, Continental y Cargill, controlan más de la mitad de la producción de granos global. Este colosal oligopolio domina el 95% de la producción alimenticia de Estados Unidos, Europa, los países del Commonwealth y Latinoamérica, especialmente Argentina y Brasil, y de sus cosechas dependen cinco mil millones de personas. En el resto del mundo ha deprimido la producción de alimentos incoando la eliminación de políticas proteccionistas y subsidios, la suspensión de financiamientos y grandes proyectos agrícolas, el dumping y el dominio sobre semillas y fertilizantes (Jerónimo Guerra: “La escasez y el desabastecimiento como armas de destrucción masiva”; Rebelión, 24-02-2008). Este sistema presupone el monocultivo, que a su vez impone el latifundio, la expulsión masiva de campesinos y la producción de alimentos para la exportación y la especulación, y no para satisfacer las necesidades de la población del país donde se produce. También trae consigo el cultivo de especies genéticamente alteradas y estériles, y a veces desvía los vegetales del consumo humano para destinarlos a la producción de biocombustibles y de alimentos para el ganado. Este modelo elimina la diversidad biológica, destruye la base social y en fin agota la tierra. Lo han hecho posible las enormes presiones políticas y financieras sobre los Estados débiles que no aplican su soberanía para la eliminación del latifundio ni para la protección de la agricultura local y de sus ciudadanos. Movimientos como el de los Sin Tierra de Brasil avanzan luchas cotidianas contra estos procesos; pero sin apoyo del Estado difícilmente lograrán la victoria. Sin medidas políticas de restricción del poderío de las transnacionales y de protección de las agriculturas locales y de los campesinos no habrá cambios en esta situación. Sin mejora en la política de la propiedad de la tierra no hay mejoría en el problema del hambre.


9
Los ejemplos podrían multiplicarse al infinito. En general, los poderes económicos y políticos de los países hegemónicos propulsan un modelo de gestión que exige: 1) Privatización de la naturaleza 2) Privatización de los recursos, incluidos los del subsuelo 3) Transferencia del poder de decisión de los Estados periféricos sobre sus recursos hacia transnacionales, organizaciones no gubernamentales o minorías étnicas 4) Apropiación monopólica de la tierra cultivable 5) Control sobre la reproducción de la vida a través de semillas y organismos genéticamente modificados, clonación y el registro de patentes sobre seres vivientes 6) Freno del desarrollo en los países emergentes y periféricos, en aras del ilimitado consumo de recursos por los países hegemónicos 7) Desplazamiento o tercerización de los efectos nocivos de la contaminación de los países hegemónicos hacia las periferias. 8) Derecho al uso ilimitado de la fuerza por los imperios para defender sus pretensiones sobre la Naturaleza 9) Maquillaje de todas estas acciones como políticas de defensa de las víctimas y del planeta. Nunca fue más repulsivo el retrato de Dorian Grey que cuando añadió la hipocresía a sus demás perversiones. Ninguna de estas fatales iniciativas puede ser revertida sin acciones políticas. No habrá revolución ecológica sin Revolución. 


10
Según señalamos, la lógica de estas operaciones destructivas corresponde a la estrategia de los llamados juegos Suma Cero, en los cuales la ganancia de uno equivale a la pérdida de otro. Su lógica ha permeado toda la cultura, desde la simplificación del evolucionismo al darwinismo social y a la idolatría del libre mercado como supuesta sede de la libre competencia, y a la prédica postmoderna de la muerte de la Ética, de la Política y de la Historia. La conciencia de la finitud del mundo debe llevarnos a aplicar los juegos cooperativos, examinados por John Forbes Nash en 1951 en su artículo "Non-Cooperative Games" (The Annals of Mathematics 54(2):286-295). Si la perpetuación de un juego suma cero lleva al estancamiento o la destrucción mutua, los competidores pueden mejorar su estrategia haciéndolo cooperativo. De hecho, la Sociobiología demuestra que la vida, lejos de ser sólo un juego suma cero de competencia y mutua destrucción, es también un conjunto de juegos cooperativos, que rigen la agregación de células en los seres complejos, la reproducción y el apoyo mutuo en los animales sociales (Wilson, Edward O.: Sociobiology, the new synthesis; The Belknap Press of Harvard University Press, Harvard, 1976). De los juegos cooperativos nacen las sociedades humanas y la civilización. Pero un paradigma cultural no se impone por el mero hecho de ser expuesto. Para implantarlo se requiere una acción social que impulse una decisión política. Las fuerzas de la vida, que componen la Naturaleza y el Trabajo, deben imponerse a la abstracción muerta y la lógica mortífera del Capital. Sin Revolución en la vida no se detendrá la muerte.


(FOTO/TEXTO: Luis Britto)
Libros de Luis Britto en Internet:
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10 de junio de 2012

¿Que hay detrás de la muerte de las abejas? Monsanto y la primavera silenciosa.


 Monsanto acusado por la muerte masiva de abejas, compra empresa para protegerse | Ecocosas 

¿Qué hay detrás de la muerte de las abejas? Monsanto y la primavera silenciosa


ESTA FUE LA NOTICIA CIENTIFICA MÁS DIFUNDIDA EN EL MUNDO EL PASADO VIERNES. 

ABAJO, UNA QUE HA TENIDO MUCHISIMA MENOS DIFUSIÓN, PERO QUE PUEDE AYUDARNOS A REINTERPRETAR LA PRIMERA....

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De acuerdo con estudio

Ácaro puede diseminar virus que mata a abejas



Un tipo de ácaro puede provocar la diseminación de un virus que mata a las abejas domésticas, concluyó un estudio de expertos de la Universidad de Sheffield en Gran Bretaña.

Los especialistas, que publicaron los resultados de su investigación en la revista Science, creen que el ácaro varroa disemina el virus al alimentarse de hemolinfa o sangre de la abeja.

El equipo analizó el impacto de este ácaro en Hawai y encontró que al aumentar el número de ellos, se eleva también la prevalencia de una cepa del virus de ala deformada (DMW, por sus siglas en inglés).

Una sola cepa de ese virus predomina sobre otras, por lo que es posible que sea la causante de la enfermedad que afecta a las abejas melíferas en buena parte del mundo, precisaron los investigadores.

Se piensa que otros problemas como enfermedades causadas por hongos, pesticidas y la disminución de la diversidad de la flora, desempeñan un papel clave en el colapso de las colonias.

Sin embargo, investigadores de la Universidad británica de Reading consideran que los hallazgos más recientes sugieren una combinación de ácaros y virus como principales responsables del declive de las abejas productoras de miel.

La amenaza a estos insectos se extiende por Estados Unidos, América del sur, Medio Oriente, Europa y Asia, indicaron los científicos en la revista.


 Ácaro puede diseminar virus que mata a abejas | Correo del Orinoco
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Monsanto acusado por la muerte masiva de abejas, compra empresa para protegerse.




Monsanto, la compañía de biotecnología que junto con Bayer son sospechosos por contribuir a la disminución de la población de abejas, gracias a sus potentes insecticidas, halla una solución simple, ha comprado una de las organizaciones líderes en investigación de abejas para protegerse.
Recientemente su maíz BT ha sido prohibido en Polonia y una de las razones principales es que  el maíz modificado genéticamente puede ser una de las causas por la que la población de abejas esta muriendo, es evidente que Monsanto está bajo escrutinio publico por su papel en la caída de estos insectos vitales para la vida en el planeta.
abeja miel Monsanto acusado por la muerte masiva de abejas, compra empresa para protegerse
La correlación entre los cultivos transgénicos de Monsanto y la disminución de abejas no ha sido explorada como es debido y de hecho casi no se ha investigado hasta que las autoridades polacas decidieron prohibir su maíz, con el alegato de proteger sus abejas. El comprar una importante organización que se centra sus actividades en el colapso de las abejas y es reconocida por el USDA (Departamento de agricultura de los Estados Unidos del Norte) en su misión de "restaurar la salud de las abejas y proteger el futuro de la polinización por insectos" podría ser muy ventajoso para Monsanto.
Aunque su objetivo principal es controlar el Trastorno del Colapso de Colonias (CCD) y el Virus Israelí de Parálisis Aguda (IAPV), la misión de Beeologics es convertirse en el guardián de la salud de las abejas en todo el mundo.
Es más, Beelogics es una empresa reconocida por el USDA, los medios de comunicación, y los principales entomólogos de todo el mundo, por su lucha por la salud de las abejas. El USDA, por supuesto, tiene una gran relación con Monsanto. El organismo gubernamental ha hecho grandes esfuerzos para que los beneficios financieros de Monsanto sigan aumentando, llegando al extremo de aprobar en tiempo récord sus más recientes variedades de semillas genéticamente modificadas. Resulta que según Monsanto no se estaban aprobando lo suficientemente rápido sus cultivos, que han sido vinculados a graves daños de órganos y otros problemas de salud significativos, por lo que se quejo y la USDA diseño un proceso solo para ellos, un vía rapida.
Steve Censky, director ejecutivo de la Asociación Americana de Soja, afirma con toda claridad. Fue un movimiento para ayudar a Monsanto a deshacerse de la competencia y obtener ganancias, mas rapido. Después de todo, ¿A quien le importa la salud pública?
"Es una preocupación desde el punto de vista de la competencia", dijo Censky en una entrevista telefónica.
Parece ser que cuando Monsanto no puede responder por su devastación ambiental, compra empresas para que sus 'expertos' le ayuden a negar la relación entre sus cultivos y el descenso de la población de abejas.
Vía: NaturalSociety Traducción: ecocosas.com

2 de junio de 2012


Declaratoria del III Congreso Venezolano de Diversidad Biológica de cara a Río +20


Nosotros y nosotras, luchadores y luchadoras por la defensa de la vida, reunidos en el III Congreso Venezolano de Diversidad Biológica, hemos discutido en torno a las múltiples dimensiones vinculadas a la conservación de la vida, aportando elementos para la profundización de la lucha de los movimientos sociales y la nueva institucionalidad, fomentando así los escenarios de enlace organizativos, en la construcción colectiva de políticas ambientales de la República Bolivariana de Venezuela. El rico debate que se generó durante el III CVDB, entre más de 3500 personas, es un valioso insumo para reforzar la posición de nuestro país de cara a Río+20, aportando elementos para la construcción de otra economía, basada en el respeto por la naturaleza y los hombres y mujeres, hacia la erradicación de todas las formas de pobreza, dominación y colonialidad; que parta de este dialogo de saberes y de la construcción colectiva de discursos, agendas de lucha y de deconstrucción de un sistema y una lógica de pensar agotada, responsable de la crisis ambiental global actual.

Desde nuestras diferentes formas de pensamiento y espiritualidades, la naturaleza constituye nuestro patrimonio natural, base de la diversidad de conocimientos, culturas, formas de vida y de la soberanía de los pueblos. La naturaleza es para nosotros fuente de alimento, de agua, de materiales de construcción, inspiración y por lo tanto no podemos concebir un mundo basado en su mercantilización.

El modelo de vida, producción y consumo capitalista, está basado en la maximización de las ganancias, mercantilizando la naturaleza y los seres humanos bajo una la lógica de progreso y crecimiento ilimitado. Este sistema ha generado hambre, violencia y miseria, masacrando y expulsando de sus territorios a pueblos, indígenas, campesinos y campesinasal apropiarse de sus tierras, bienes comunes, germoplasmas, conocimientos tradicionales y saberes, causando entre otras cosas la desaparición de culturas ancestrales. Esta crisis no tiene solución en el marco de los problemas estructurales generados por un modelo civilizatorio que ha puesto en peligro la vida en el planeta, al separar al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ésta que haconducido a la destrucción de la misma.

Esta visión, que amenaza la vida sobre la tierra, se mantiene y reproduce gracias a la adopción de un modo único de producción de conocimiento, basado en la idea de control, sometimiento y explotación de la naturaleza, que invisibiliza y pretende colonizar otros saberes, racionalidades, culturas y modos de vida.

De la misma forma, este modelo civilizatorio es mantenido por un sistema de producción y consumo de bienes basado en la lógica del capital, que convierte todo en mercancía intercambiable. El modelo de producción capitalista pretende sustituir las leyes de la naturaleza por las reglas del mercado.

Este modelo, al separar a los seres humanos de la naturaleza, nos aleja de nuestros medios de vida (agua, tierra, alimentos, materiales de construcción, entre otros), sin dejarnos otra opción que la venta de nuestra fuerza de trabajo, al servicio de la reproducción del sistema, mercantilizando a los hombres, mujeres, niños y niñas; y por otro lado, transforma a la tierra, sin gente, en mercancía, en propiedad privada.

El capitalismo tiene efectos planetarios que generan desbalances ecológicos a escala mundial. El cambio climático global encabeza estos efectos, generado mayoritariamente por y para el desarrollo de una minoría, pero es sufrido por todos los seres vivos que habitan la tierra y más intensamente por los pueblos más pobres. El cambio climático afecta la Diversidad Biológica, provocando cambios en la distribución de especies, en sus patrones de migración, crecimiento y reproducción aumentando las tasas de extinción.

La responsabilidad de esta crisis es común, pero diferenciada, es decir, no todos tenemos las mismas cuotas de responsabilidad. Siendo los países altamente industrializadoslos principales causantes de la crisis ambiental global. Pero aún dentro de los países hegemónicos las principales responsabilidades están en las élites de poder, coloniales y burguesas, con recursos y poder económico, militar, industrial y político.

Por otro lado, los mecanismos de conservación mundial, lejos de ser parte de la solución, afianzan el problema, al enmascarar la reproducción del sistema, pero con una fachada verde. Así el “desarrollo sostenible” y la proteccióndel ambiente, enarbolados en la conferencia de Río en 1992 fue un intento por disfrazar el desarrollo que hoy sabemos resulta globalmente inviable. Hoy Río+20 se convierte en un nuevo intento por relanzar el agotado modelocapitalista, pretendiendo transformar la gran crisis global en una oportunidadpara nuevos escenarios de mercado. Las propuestas de “economía verde” son elintento de hacer perdurar un sistema en decadencia, profundizando la mercantilizacióny la globalización de la naturaleza.

CONTEXTO NACIONAL
Desde la República Bolivariana de Venezuela estamos avanzando hacia la construcción de un socialismo que combata todas las formas de dominación. Hemos dado grandes avances en la lucha por la erradicación de la pobreza, entendida como el resultado de esa histórica exclusión de las mayorías (pobres, mujeres y géneros diversos, indígenas, negros, negras y campesinos, campesinas) como consecuencia inevitable de paso arrollador del modelo civilizatorio dominante, hoy en crisis. En este sentido reconocemos los esfuerzos emprendidos para saldar la deuda histórica con los excluidos y excluidas, hoy protagonistas de este proceso de transformación y construcción colectiva de una sociedad más justa y solidaria.
Este proceso de cambio, basado en la participación protagónica ha sentado las bases para gestión colectiva de la conservación de la vida, haciéndonos parte a todos los sujetos y formas de pensamiento e impulsando el diálogo de saberes entre la gran diversidad de actores, que nos lleva a garantizar la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de esa interacción. Estos beneficios no pueden ser entendidos como el reparto de los productos de la mercantilización y expoliación de la naturaleza. Sino más bien, sobre la base de los derechos de la Madre Tierra, garantizando una relación respetuosa y armónica con la naturaleza, que debe ser construida sobre la base de la democratización legítima de la toma de decisiones y participación protagónica,desde el intercambio de saberes, racionalidades y formas de vida.

En materia de conservación de la vida, la República Bolivariana de Venezuela arranca el decenio 2010-2020 con una Estrategia Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica y su Plan de Acción Nacional, construidos colectivamente, adelantándonos cinco años a las metas del Convenio sobre Diversidad Biológica de las Naciones Unidas. Estos instrumentos son nuestras propuestas en este decenio ante los enfoques y esquemas clásicos que fueron responsables, en gran medida, del fracaso global de la meta acordada en 2002: “lograr para el año 2010 una reducción significativa del ritmo actual de pérdida de la biodiversidad, a nivel mundial, regional y nacional, como contribución a la reducción de la pobreza y en beneficio de todas las formas de vida en la tierra”.
Venezuela está preparada para superar los objetivos planteados a nivel mundial en materia de disminución de las tasas de pérdida de Diversidad Biológica, a través metas, mecanismos e indicadores diseñados desde la realidad nacional, contribuyendo con aportes importantes a la transformación estructural y garantizando la soberanía, el “desarrollo humano” y la inclusión social.

Desde el punto de vista grannacional, Venezuela ha promovido la integración regional desde el ALBA-TCP y la CELAC, UNASUR, como mecanismos para la integración entre pueblos hermanos.

Reconocemos nuestro Proceso Bolivariano, como una transición, con las contradicciones implícitas en todo proceso de cambio. Así, identificamos la necesidad de derrumbar las estructuras del estado burgués, para dar entrada a otra institucionalidad que nos lleve a la conformación de un nuevo Estado, del que las Comunas, los Territorios Indígenas y nuevas áreas de conservación incluyentes que partan de la gestión colectiva de los territorios, sean ejemplo de otras formas de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza, desde el autoreconocimiento y el respeto de la madre tierra.

En fin, nuestro proceso de cambio en Venezuela y Nuestramerica, basado en la justicia social, hermandad y defensa de las soberanías de los pueblos está dando la batalla contra el sistema mundo imperante. Esta lucha pasa necesariamente por la desmercantilización y en contra la hegemonía del conocimiento, es decir, es anticapitalista y anticolonialista. Es por ello que ante las propuestas de mercantilización de la vida en Río + 20, declaramos nuestro más profundo rechazo a la economía verde.

NUESTRA POSICIÓN
  • Consideramos que la economía verde es inseparable de la visión de mercantilización de la naturaleza y por lo tanto incompatible con la visión desde nuestros pueblos y de nuestras luchas por la defensa de la diversidad de vida.
  • Denunciamos la pretensión de la economía verde como una respuesta a la crisis ambiental, siendo en realidad la palanca para el reimpulso de los mecanismos de mercado a través de la infame naturalización de la ley de la oferta y la demanda, reafirmando la causa estructural de la gran crisis ambiental global.
  • Nos oponemos a la economía verde en cuanto a su significado y trasfondos, por lo tanto no aceptamos el disfraz de este concepto con otros nombres como economía ecológica o economía sustentable.
  • No creemos en el desarrollo sustentable. La propuesta de desarrollo sustentable no alcanzó las expectativas generadas en el marco de la Cumbre de Río en 1992. El supuesto equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental no sirvió más que de plataforma para la justificación de un desarrollo basado en la explotación de la naturaleza y los seres humanos. Hoy sabemos que el desarrollo es globalmente inviable.

  • Consideramos que la visión de desarrollo sostenible globalizado atenta contra la propia idea de sostenibilidad. Creemos que más allá del desarrollo sostenible es necesario cuestionar la economía basada en el neoextractivismo y los combustibles fósiles y sus patrones de consumo y producción industrial, además de repensar el desarrollo desde el autoreconocimiento y la autodeterminación de nuestra felicidad hacia una felicidad colectiva.
  • Denunciamos la pretensión de impulsar la economía verde en el contexto del desarrollo sustentable como panacea de un nuevo paradigma de la economía del capital para la “erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria, acceso universal a los servicios modernos de energía”.
  • Consideramos que la economía verde profundiza las causas estructurales de la crisis ambiental global y que por lo tanto mantiene los lastres sociales y culturales de la economía capitalista, manteniendo las mismas condiciones de pobreza que pone a los más pobres en la mayor vulnerabilidad a las situaciones de desastre. Es responsabilidad de los estados garantizar el acceso a las viviendas para una vida digna y segura como derecho fundamental y necesidad real de los seres humanos, respetando la soberanía y diversidad cultural de los pueblos.
  • Estamos convencidos de que la verdadera solución para detener la gran crisis ambiental es cambiar el sistema y no disfrazar este modelo de desarrollo depredador, colonialista y patriarcal.
  • Denunciamos que la economía verde rompe con la integración de las economías regionales, generando dependencias hacia los centros mundiales de alto desarrollo tecnológico en la materia.
  • Rechazamos la propuesta de creación de una plataforma internacional que pretende facilitar o impulsar a los países al diseño de políticas de economía verde y su implementación.
  • Reiteramos que estimular la economía desde los grandes mercados, industrias y corporaciones atenta contra las verdaderas economías sustentables y sobre las soberanías de los pueblos.
  • Rechazamos el patrón corporativo de producción, distribución, despilfarro y consumo de alimentos que se basa en el régimen del agronegocio (fábricas de animales, monocultivos, transgénicos, nanotecnologías, agrotóxicos, agrocombustibles, vida artificial, geopiratería, entre otros), el cual imposibilita la producción sostenible de alimentos sanos y amenaza a la agricultura campesina, la seguridad y la soberanía alimentaria. Este patrón se nos presenta como solución tecnológica al hambre, sin discutir las verdaderas causas de la crisis y sus implicaciones sobre el cambio global.
  • Reafirmamos el derecho a la autodeterminación, no intervención y el respeto a la paz y la diversidad de vida de los pueblos. Desde la autodeterminación reconocemos el derecho de los pueblos a decidir sus formas de alcanzar la suprema felicidad social en armonía con la naturaleza y el buen vivir, sin imposición de fórmulas de desarrollo ni paquetes tecnológicos.
  • Reconocemos la necesidad de unión de nuestros pueblos, a través de nuestros propios puentes y mecanismos de integración que no se ven reflejados en las grandes obras de ingeniería, al servicio de la unión de los monopolios trasnacionales y no de los pueblos y representando un grave atentado contra una de las regiones más diversas del planeta.
  • Exigimos que se respete el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y según las capacidades respectivas, el principio de precautelativo, el derecho a la información, educación y la participación, los derechos de los pueblos indígenas y poblaciones tradicionales, campesinos y campesinas, el derecho humano al agua, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, de los migrantes, el derecho a la alimentación, a la vivienda, a la ciudad, el derechos de la juventud y los derechos de las mujeres, el derecho a la salud sexual y reproductiva y los derechos culturales.
  • Exigimos el respeto a la diversidad de la vida en todas sus formas, incluyendo las múltiples cosmovisiones de nuestros pueblos.
  • Reconocemos la importancia del conocimiento y la información (responsable, veraz) para la toma de decisiones desde una gestión integral y colectiva de nuestras políticas en materia ambiental y ratificamos la necesidad de mecanismos y voluntades que faciliten el acceso a la información en igualdad de condiciones y con respeto a los derechos de las culturas ancestrales, entre ellos el consentimiento libre fundamentado previo de nuestros pueblos indígenas.
  • Rechazamos la intromisión en la soberanía de los pueblos a través de programas de capacitación globales, como mecanismo de dominación, pérdida de soberanía, desvinculación con la realidad, aplicación de metodologías inadecuadas.
  • Rechazamos la imposición de tecnologías que generen dependencia, vulneren los métodos tradicionales y atenten contra la diversidad de vida, a través de los programas basados en la creación y fortalecimiento de capacidades físicas.
  • Exigimos el fortalecimiento de las estrategias nacionales, regionales, locales y comunales para la conservación de la vida, construidas de manera colectiva desde el empoderamiento popular como mecanismo para la soberanía de nuestras formas de vida y en contra del sistema capitalista escudado en la economía verde.
  • Reconocemos y evidenciamos el importante papel desde la organización popular en comunidades, colectivo, comunas, mesas técnicas de agua, empresas de propiedad social, consejos de estudiantes, comités conservacionistas, encuentros de saberes y otras formas de organización para, enfrentar las consecuencias de la implementación de la economía verde en nuestros mercados y generar resistencia y alternativas.
  • Alertamos que la imposición de estrategias globalizadas atenta y compromete el futuro de la vida. La agenda de implementación para la conservación de la vida debe provenir de la actuación y la gestión colectiva de los pueblos en garantía de su propia soberanía y formas de vida.
  • Advertimos a los estados del mundo que el intento de las Naciones Unidas de impulsar la economía verde solo ratifica la desacreditación y desprestigio de este órgano internacional ante los pueblos del mundo.
  • Invitamos a todos los pueblos y organizaciones a cerrar filas en contra de la economía verde.
  • Acompañamos a nuestras delegaciones venezolanas, del poder popular ejecutivo y comunal, y a otras delegaciones de países hermanos, a la Conferencia y la Cumbre de los Pueblos durante Río+20 en la difícil, justa e impostergable lucha que representará oponernos o rechazara la economía verde y estamos junto a ellos en este compromiso de no vulnerar los principios de la naturaleza y de nuestros pueblos soberanos, en estas instancias multilaterales.

    San Carlos, 26 de mayo de 2012

¡NOS PRONUNCIAMOS EN DEFENSA DE LA MADRE TIERRA Y EN CONTRA DEL CAPITALISMO VERDE!

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Colectivos e individualidades que hicieron parte de las Jornadas “Del desarrollo sostenible a la economía verde” – Caracas, Venezuela
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El grupo de colectivos e individualidades reunidos en las Jornadas de discusión “Del desarrollo sostenible a la economía verde”, nos pronunciamos en contra de este proyecto de desarrollo que se pretende imponer en la cumbre de Río+20, a realizarse en junio próximo, como un nuevo modo de acumulación de capital a partir de la apropiación y mercantilización de la naturaleza y sus ciclos.
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Frente a esta nueva fase de acumulación neoliberal, existen una serie de pueblos en resistencia que construyen y practican alternativas al modelo depredador capitalista, prácticas como la agroecología, economías solidarias y mercados de trueque, modos de vida endógeno, que permiten la concreción de un sistema de vida distinto al capitalismo patriarcal, antropocéntrico y neocolonial.
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Hasta la fecha, no hemos conocido una postura oficial de Venezuela respecto a la Cumbre de Rio+20. A partir de la posición anticapitalista y antineoliberal que enarbola el Gobierno Bolivariano, esperamos que dicha postura ante la mencionada Cumbre y su propuesta de economía verde, sea de total rechazo a la misma, apoyando a los pueblos en resistencia de América Latina, el Caribe y el mundo.
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La realidad global y nacional requieren un debate amplio que permita profundizar la construcción de una sociedad pluricultural y multiétnica, tal como se encuentran plasmadas en el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 
 
En este sentido, desde los movimientos sociales propiciamos, profundizamos y exigimos un debate nacional sobre el futuro que queremos como nación, sobre el modelo de desarrollo propuesto, sobre las relaciones sociales y con la naturaleza que tenemos, en relación con temas fundamentales como el extractivismo petrolero, la extracción de carbón y la Sierra de Perijá, el Arco Minero de Guayana, tipos de agricultura, así como la demarcación de territorios indígenas, entre otros; de manera tal de generar un debate nacional transparente, que refleje la diversidad cultural para el establecimiento de planes estratégicos cónsonos con la reproducción de la naturaleza, y que respeten las formas de vida locales. NO puede haber un sistema socialista basado en una economía capitalista y extractivista, tal como está planteado en la propuesta de la economía verde.
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Caracas, Venezuela – 26 de mayo de 2012
Organizador. Eje de Ecología Social del Foro Social Mundial Temático-Venezuela