El Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS), seguirá dando que hablar en 2012.
Desde que a mediados del año 2011 se iniciara una masiva manifestación cuestionando la construcción de una carretera que atravesaría el territorio del Parque Nacional, se han hecho visibles diversos aspectos relacionados con el conflicto de intereses por la carretera entre sectores de la población residente en el TIPNIS, Grupos Indígenas, Conservacionistas, Empresarios Turísticos, Gobiernos Regional y Nacional, etc.
Ahora, a dos meses del cese del conflicto mediante la promulgación de una Ley que declara al TIPNIS como un área intangible, surge otra manifestación de indígenas bolivianos, solo que esta vez reclamando la construcción de la carretera.
Este conflicto es ilustrativo de lo complejo y diverso de los intereses en juego cuando se ordena el territorio con fines de conservación. Nuevas informaciones revelan que no solo los conservacionistas estaban contra la construcción de la carretera. Inclusive, parece que la legítima protesta de los grupos conservacionistas y los indígenas, puede haber sido utilizada por otros sectores interesados no solo en crear oportunidades para la desligitimación del gobierno de Evo Morales; sino también en que el desorden y la poca presencia del Estado y del gobierno Boliviano, continuen reinando en el TIPNIS.
Y es que posterior a la declaratoria del TIPNIS como área intangible, el gobierno ha niciado el proceso de revisión de las actividades económicas que se llevan a cabo dentro de sus límites, encontrándose con que gran parte de las licencias otorgados por el Estado para que las comunidades indígenas puedan hacer uso de los recursos naturales, venían siendo ilegalmente trasferidas a terceros para usar las concesiones con fines privados. En la mayoría de los casos los terceros no residen en el área, y en otros casos, son extranjeros.
En función de este hallazgo, el Gobierno de Bolivia suspendió este viernes las licencias ambientales de las empresas turísticas y de explotación maderera que operan en la zona donde se ubica el parque Isidoro Sécure (Tipnis), anuncio dado por la viceministra de Medio Ambiente, Cintia Silva, quien hizo una mención particular de la empresa turística Untamed Angling S.A.
"Hemos emitido una resolución administrativa que deja sin efecto las licencias ambientales de la operación turística debido a un informe que hace el Servicio Nacional de Áreas Protegidas sobre la situación legal de la otorgamiento de derechos", dijo en una rueda de prensa.
"Hemos emitido una resolución administrativa que deja sin efecto las licencias ambientales de la operación turística debido a un informe que hace el Servicio Nacional de Áreas Protegidas sobre la situación legal de la otorgamiento de derechos", dijo en una rueda de prensa.
Igualmente, la representante medioambiental explicó que el caso de las compañías que explotan madera, la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierra (ABT) emitió otra resolución que deja también sin efecto y desconoce los contratos suscritos con las empresas Suri, Huanca Rodríguez e Isigo. "Por otro lado la ABT emitirá una resolución que deja sin efecto los contratos de terceros o empresas con las comunidades para aprovechar los recursos forestales dentro del Tipnis", indicó.
No solo las empresas madereras y turísticas tienen intereses en el TIPNIS. Antes de la llegada del Gobierno de Morales, funcionaba en Chimoré una base militar norteamericana que, según el Director de la agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y zonas Fronterizas (ADEMAF), Juan Ramón Quintana, le permitió a la DEA el control del narcotráfico y de otras actividades ilegales durante más de 20 años.
El funcionario también denunció la explotación de recursos naturales por empresas extranjeras, entre ellas el turismo de lujo, la madera y la cría de lagartos. "Es importante que sepamos que estos lagartos son para el consumo del mercado internacional, hay algunos dirigentes que usan las autorizaciones que otorga el Viceministerio de Medio Ambiente para fines privados y no para la comunidad", afirmó.
Expuso que "todos los lagartos son cazados con autorización, pues hay planes de manejo para las comunidades, pero una buena parte de la carne se queda en la región y la otra parte sale al mercado de Trinidad y Santa Cruz. Pero la mayor parte de los cueros de los lagartos son objeto de monopolio en manos de cuatro empresas encargadas de la exportación al mercado internacional (...) los bolivianos no podemos beneficiarnos de los cinturones, carteras de cuero de lagarto".
En lo que refiere a la actividad de tala, el director de Ademaf explicó que se confirmó la presencia de la empresa Suri y la desmotandora Huanca Rodríguez. La primera realiza su actividad en 40 mil hectáreas para aprovechamiento forestal y la segunda tiene más de 30 mil, "es decir 70 mil hectáreas cerca del núcleo del Tipnis".
Expuso que "todos los lagartos son cazados con autorización, pues hay planes de manejo para las comunidades, pero una buena parte de la carne se queda en la región y la otra parte sale al mercado de Trinidad y Santa Cruz. Pero la mayor parte de los cueros de los lagartos son objeto de monopolio en manos de cuatro empresas encargadas de la exportación al mercado internacional (...) los bolivianos no podemos beneficiarnos de los cinturones, carteras de cuero de lagarto".
En lo que refiere a la actividad de tala, el director de Ademaf explicó que se confirmó la presencia de la empresa Suri y la desmotandora Huanca Rodríguez. La primera realiza su actividad en 40 mil hectáreas para aprovechamiento forestal y la segunda tiene más de 30 mil, "es decir 70 mil hectáreas cerca del núcleo del Tipnis".
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